Después de un mes de juicio y cinco días de deliberaciones del jurado, ayer se produjo el veredicto: el ?superproductor? de Hollywood era declarado culpable de dos de los cinco cargos de delitos sexuales a los que se enfrentaba. "Pero… soy inocente", repetía Weinstein a sus abogados al escuchar el veredicto, que recibió inmóvil e impávido. Los agentes de la policía judicial le colocaron las esposas sin que Weinstein saliera de su estupefacción y le escoltaron fuera de la sala, hacia su celda, según informa el diario ABC.
El andador que siempre llevaba a los juzgados, algunas personas lo veían como una estrategia para provocar compasión en el jurado y en la opinión pública. Ayer se arrastró sin él, rodeado de policías, en los primeros minutos de la nueva entrega de su vida, desprovisto de libertad.
El juez del caso, James Burke, rechazó la petición de la defensa de que Weinstein pudiera seguir en su casa en libertad bajo fianza por motivos médicos. Permanecerá en los calabozos judiciales al menos hasta el próximo 11 de marzo, cuando está prevista la sesión que decidirá su condena.
La buena noticia para Weinstein es que no pasará el resto de su vida entre rejas. El jurado le declaró culpable de dos cargos, ataque sexual de primer grado y violación de tercer grado, pero no vio culpabilidad de los otros tres cargos que enfrentaba. Entre ellos, dos por agresión sexual depredadora, que podían haber supuesto la cadena perpetua. En su lugar, se enfrentará a una sentencia de un máximo de 29 años de cárcel.
La sentencia llega dos años y medio después de que Weinstein se convirtiera en un símbolo del acoso y el abuso contra mujeres. En el otoño de 2017, dos artículos en ?The New York Times? y en la revista 'The New Yorker' recogían los testimonios de decenas de mujeres que aseguraban ser víctimas sexuales de Weinstein. La gran mayoría eran actrices, modelos o empleadas de la industria audiovisual. Muchas más se animaron a denunciar los abusos, en una marea de acusaciones que fue el germen de ?MeToo?, un movimiento que se expandió más allá del cine o de EE.UU. para denunciar el acoso y los abusos sexuales que sufren las mujeres y que ha transformado las convenciones sociales sobre estos episodios.
A pesar de la multitud de acusaciones contra Weinstein, solo dos mujeres acabaron por llevar al productor al banquillo de los acusados: Miriam Haley, una ex asistente de producción que aseguró que Weinstein le forzó a practicar sexo oral en su apartamento de Manhattan en 2006, y Jessica Mann, una actriz que le denunció por violarla en una habitación de hotel de Manhattan en 2013.
Muchas de las acusaciones no acabaron como parte del caso por ocurrir fuera del ámbito jurisdiccional de Nueva York o por haber prescrito. Entre ellas, las de Tarale Wulff, Dawn Dunning y Lauren Young, que sin embargo participaron en el juicio como testigos para probar que los abusos de Weinstein formaban parte de un patrón de conducta. Aseguraron en el estrado que Weinstein solicitaba citas con ellas para discutir oportunidades profesionales y los encuentros acababan en abusos o violaciones.
También participó en el juicio como testigo Annabella Sciorra, conocida por su papel en «Los Soprano», cuya denuncia por violación había prescrito, pero que la fiscalía utilizó para sostener la acusación de agresión sexual depredadora, lo que finalmente no consiguió.
Ante la inexistencia de pruebas físicas, la defensa buscó atacar la credibilidad de las acusadoras y de las testigos. Presentó pruebas de mensajes amistosos entre las víctimas y Weinstein tras los abusos y evidencias de que habían mantenido relaciones sexuales consensuadas tras los episodios que se juzgaban. Para los abogados de Weinstein, las víctimas buscaban avanzar profesionalmente y para ello permitieron los avances sexuales del acusado. Para la fiscalía, Weinstein utilizaba su peso en la industria para cometer agresiones sexuales y evitar ser denunciado.
«Este es un nuevo escenario para las supervivientes de ataques sexuales», celebró el fiscal jefe del distrito de Manhattan, Cy Vance, que estuvo mucho tiempo en el disparadero por no haber actuado contra Weinstein antes. «Estas mujeres heroicas rompieron el silencio para que Harvey Weinstein fuera responsable de sus actos».
La defensa anunció que apelaría la sentencia y se basará en irregularidades en la elección del jurado, en la celebración del juicio y en la deliberación para tratar de evitar la cárcel a Weinstein.
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