La historia de la “salvación” de esta especie tiene nombre y apellidos. Luis Freijales, es el hombre, un enamorado de los linces, que apostó por dar una oportunidad a esta especie.
Según se ha hecho eco el diario 20 minutos, el hombre trajo hace un tiempo a Asturias una pareja de linces boreales de Alemania, que tras un apasionado romance dio fruto a tres criaturas, que son unas auténticas supervivientes, porque a pesar de que venir al mundo ha sido una gran noticia, que da un respiro a la posibilidad de recuperar esta especie en España, las adversidades de la naturaleza no se lo pondrán nada fácil. De hecho, una de ellas ya ha perdido la vida a causa de un virus. Además, el lince macho intentó atacarlas al nacer, motivo por el cual los pequeños serán cuidados a base de leche hasta que crezcan con la intención de ponerlos en libertad en los montes asturianos.
El coste de criar a estas pequeñas criaturas es elevado, por eso desde la Asociación Defensa de Especies Autóctonas han lanzado una campaña crowfunding, una forma alternativa de financiación, para ayudar a su mantenimiento y conservación.
Desde luego esta es una gran noticia para Asturias, y para el resto del país que enriquecerá nuestro ecosistema si la especie se propaga, y además ayudaría a equilibrar la sobrepoblación del lobo, según la propia asociación.
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