A las 18:08 horas, el humo blanco emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que los cardenales reunidos en Cónclave han elegido al nuevo Papa. La elección, que ha tenido lugar en el segundo día de deliberaciones, ha requerido una mayoría de al menos 89 votos, conforme a las normas del Vaticano.
El elegido se convertirá en el 267.º sucesor de San Pedro, tras la renuncia o fallecimiento del Papa Francisco. Su identidad se conocerá oficialmente dentro de unos 40 minutos, cuando el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti —si no es él mismo el elegido— anuncie desde el balcón de la Basílica de San Pedro el tradicional “Habemus Papam”, seguido del nombre papal del nuevo Pontífice.
Durante este breve lapso, el nuevo Papa se retirará a la llamada “habitación de las lágrimas” para vestirse con los hábitos papales, momento marcado por la emoción y solemnidad. Posteriormente, regresará a la Capilla Sixtina para participar en una breve ceremonia, que incluye una oración, un pasaje del Evangelio y la expresión de obediencia de todos los cardenales electores. El rito culmina con el canto del Te Deum en señal de acción de gracias.
Como novedad en esta elección, el nuevo Pontífice también acudirá por primera vez a la Capilla Paulina, donde dedicará unos minutos a la oración antes de dirigirse al balcón central para saludar a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro.
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