Una nueva investigación de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha revelado que las vacunas contra la COVID-19 pueden no ser suficientes para proteger de la infección a personas con sistemas inmunes comprometidos, incluso si la vacuna ha generado la producción de anticuerpos. Los hallazgos, publicados en 'Science Advances', sugieren que estas personas necesitarán refuerzos de vacunas regulares para protegerlas y reducir el riesgo de infecciones graves y la aparición de nuevas "variantes preocupantes".
El estudio se realizó en el Instituto de Inmunología Terapéutica y Enfermedades Infecciosas de Cambridge (CITIID) de la Universidad de Cambridge. Los investigadores examinaron a personas inmunodeprimidas que habían sido vacunadas contra la COVID-19, incluyendo pacientes con vasculitis, un grupo de trastornos que provocan la inflamación de los vasos sanguíneos. Los datos de este grupo se compararon con los de personas que no estaban inmunodeprimidas.
Los investigadores descubrieron que, aunque la vacunación inducía la seroconversión (producción de anticuerpos), esto por sí solo no siempre era suficiente para neutralizar el virus en personas inmunodeprimidas. Todas las personas inmunodeprimidas necesitaban al menos tres dosis de la vacuna para protegerse frente a una variedad de variantes, incluida la ómicron. En algunos casos, ni siquiera cuatro dosis de la vacuna fueron suficientes para protegerlos adecuadamente.
Los resultados de este estudio tienen implicaciones importantes para la salud pública. Las personas inmunodeprimidas, que representan más de una quinta parte de las hospitalizaciones, admisiones en unidades de cuidados intensivos y muertes en general asociadas con la COVID-19, necesitan protección adicional contra el virus.
Los investigadores recomiendan que las personas inmunodeprimidas reciban refuerzos de vacunas regulares para protegerlas de la infección. También sugieren que se les dé prioridad para recibir vacunas actualizadas contra las nuevas variantes.
El profesor Ravi Gupta, también del CITIID y miembro del Homerton College de Cambridge, añade: "Por supuesto, esto tiene implicaciones para el individuo, que tiene más probabilidades de tener una infección prolongada y un riesgo mucho mayor de infección grave, pero también le da al virus múltiples oportunidades de mutar. Sabemos por nuestro trabajo anterior que al menos algunas de las variantes preocupantes probablemente surgieron durante infecciones crónicas. Por eso, a estas personas se les debe dar prioridad para recibir vacunas actualizadas contra las nuevas variantes".
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