Estos son algunos consejos para conseguir dormir con el calor del verano
El doctor Carlos Egea ofrece pautas clave para conciliar el sueño durante las noches cálidas y evitar que el calor afecte la salud y el bienestar
El doctor Carlos Egea, jefe de la Unidad del Sueño en Quirónsalud Vitoria, ha compartido una serie de recomendaciones clave para mejorar la calidad del sueño durante las sofocantes noches estivales. Según el especialista, adoptar pequeños cambios en la rutina nocturna puede marcar una gran diferencia en el descanso y, por ende, en la salud general.
Egea ha subrayado que refrescar el cuerpo antes de acostarse —ya sea con una ducha templada o aplicando agua fría en muñecas y tobillos— ayuda a activar los mecanismos naturales de disipación del calor, facilitando así el inicio del sueño.
Las altas temperaturas nocturnas, ha explicado el neumólogo, alteran los ritmos circadianos y dificultan la fase profunda del sueño, provocando despertares frecuentes. Esto repercute directamente en el estado de ánimo, la concentración y el rendimiento durante el día siguiente. A largo plazo, incluso puede afectar al sistema inmunológico.
El experto ha insistido en la importancia de mantener la habitación a una temperatura ideal, entre 19 y 21 grados, y ha aconsejado ventilar el hogar de manera estratégica: mantener persianas bajadas durante el día para evitar el calor y abrir las ventanas por la noche, cuando baja la temperatura exterior.
En cuanto a la ropa de dormir y la ropa de cama, Egea recomienda tejidos naturales como el algodón o el lino, ya que permiten una mejor transpiración. En cambio, ha advertido que las fibras sintéticas impiden una correcta ventilación, aumentando la sensación de calor.
La alimentación también influye notablemente. El doctor aconseja cenar ligero y al menos dos horas antes de dormir, ya que la digestión eleva la temperatura corporal. Sobre la hidratación, ha señalado que aunque es fundamental durante el verano, es preferible distribuir la ingesta de agua a lo largo del día para evitar interrupciones del sueño por la noche.
"Los cambios de hábitos durante esta época del año, como las fiestas o las alteraciones en los horarios de comida y descanso, también afectan al sueño. Por eso es fundamental mantener una cierta regularidad", ha indicado el especialista.
Finalmente, Egea ha hecho hincapié en que no deben normalizarse los problemas persistentes de sueño. Si una persona ronca en exceso, se despierta cansada o padece insomnio crónico, debe acudir a una unidad especializada en trastornos del sueño para una evaluación adecuada, ya que el verano puede agravar síntomas preexistentes.
Con estos consejos, el doctor Egea busca ayudar a la población a enfrentar las noches calurosas sin que el descanso se vea comprometido, protegiendo así tanto la salud física como mental.
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