El terrorista abatido por la policía en Londres comenzó a dar señales de radicalización a los 17 años cuando vivía con su madre y sus hermanos pequeños. La policía detectó entonces conductas delictivas que lo relacionaban con la distribuición de propaganda yihadista, según informa Antena3.
En noviembre de 2018 fue hallado culpable de tener en posesión documentación terrorista y un mes después fue condenado a tres años de cárcel por enaltecer el terrorismo y por animar a su novia a cometer un delito grave, el asesinato y decapitación de sus padres.
Entre la documentación localizada en su ordenador y su teléfono móvil los agentes localizaron material descargado para la fabricación de explosivos o instrucciones sobre cómo usar un cuchillo como arma.
Su extremismo le llevó también a interpretar el Corán contra los derechos de las mujeres. Aseguraba en sus mensajes que las mujeres yazidíes son esclavas y aseguraba que el texto sagrado permite violarlas al antojo de los hombres.
De los tres años cumplió uno y salió de la cárcel con vigilancia policial a finales de enero. Aún así sólo una semana después de estar en libertad cometió el atentado en una calle de Londres.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios