Tom está siendo uno de los protagonistas indiscutibles de la segunda edición de La isla de las tentaciones. Su relación con Melyssa, que, visto lo visto, hace aguas, y más que tonteo con una de las tentadoras sitúan al joven empresario en el centro de la polémica, según informa el diario dgital 20minutos.
Sus formas, sus comentarios y su arrogancia le han colocado en la diana de los fans del programa, siendo duramente criticado. Sin embargo, detrás de esa fría imagen se esconde un verdadero drama familiar que, para los que no conocen la trayectoria televisiva del joven, ha pasado desapercibido.
Fue su tía Nathalie la que este martes, en el Debate de las tentaciones, hacía partícipes a todos de ese episodio que Tom vivió de jovencito, aunque él ya lo había compartido con Melyssa en una de sus citas durante su paso por Mujeres y hombres y viceversa.
Y esa tragedia sucedió cuando él solo tenía 18 años de edad, momento en el que perdió a su madre, algo que provocó un dolor inmenso en él y que hizo que diera un giro a su vida.
Así, se trasladó a Marbella para estudiar hostelería y, a partir de ahí, empezó a crecer con su negocio.
Además, la falta de su madre le ha unido aún más a su padre, del que se siente tremendamente orgulloso, como ha manifestado en alguna ocasión a través de las redes sociales.
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