A las 8 de la mañana comenzó esta celebración con las labores tradicionales de la matanza, menos el sacrificio que se realizó en el matadero.
Una vez realizado el despiece, los voluntarios comenzaron a guisar las diferentes partes del cerdo para tenerlo todo dispuesto a las 12 de mañana, hora en la que comenzó la degustación.
Más de 1200 raciones se repartieron entre los presentes, regadas por refrescos y vino. Fueron más de 60 kg de chichas, 500 tiras de panceta además de lomos y costillas, a lo que siguió el reparto de perrunillas.
El tiempo acompañó, luciendo el sol y con buena temperatura, lo que hizo que los presentes disfrutaran aún más de la celebración. La nota musical la puso el tamborilero “Richard”.