Las fuertes lluvias y la posterior crecida de los ríos que atraviesan Salamanca han causado estragos en varios puntos de la provincia, como en Ventosa del Río Almar, uno de los municipios más afectados. Dos trabajadores de la zona, Rocío y Agustín, han relatado a Salamanca24horas la agónica experiencia que vivieron entre los días 19 y 20 de enero a causa de las inundaciones.
La pareja, dueña de una explotación canina que cuenta con cuarenta perros, fue alertada sobre las 8:30 horas de este viernes por un compañero de que el río Almar se estaba desbordando. "Cuando llegamos allí, nos encontramos con que el coche en el que habían montado la persona que nos había avisado y su padre estaba siendo arrastrado por la corriente. Los sacamos con la ayuda de un tractor con pala", recuerda Rocío.
Tras ayudar a sus vecinos, Rocío y Agustín intentaron acceder sin éxito a su explotación: "Era imposible. Llamamos unas veinte veces al 112, a los bomberos, a la Guardia Civil... Sobre las 23:00 horas llegaron dos agentes y nos dijeron que no podían hacer nada. Solo nos pidieron nuestros datos y nos recordaron que si nos pasaba algo era responsabilidad nuestra". Y es que la pareja, desesperada por rescatar a sus perros, lo intentaron todo: "Tratamos de acceder con un tractor, pero la riada se lo llevaba. También avanzamos a pie. El agua nos llegaba a la cintura y estaba a -5 ºC. Estuvimos hasta las 1:00 horas y volvimos a Salamanca para cambiarnos de ropa. Estábamos casi con hipotermia".
Al día siguiente, volvieron a intentarlo: "Entre las 7:30 y 8:00 horas, como el terreno estaba más duro, accedimos con dos tractores. Nos costó bastante trabajo y llegamos a la explotación. Había entrado agua, pero los perros estaban a salvo". Llevados por su instinto de supervivencia, los animales se habían subido a las casetas para evitar ahogarse. "Lo material es secundario, pero la vida de ellos es muy importante para nosotros. Son nuestra familia", señala Rocío. Menos suerte corrieron los conejos de la explotación vecina: "Murieron todos".
"No tuvimos ayuda de nadie"
Tanto Rocío como Agustín lamentan el hecho de no haber recibido el auxilio de los Servicios de Emergencia. Tan solo contaron con la de sus propios vecinos: "No tuvimos ayuda de nadie. Al parecer, los bomberos no podían venir porque de noche no sacan la barca. No hicieron acto de presencia. Tampoco el SEPRONA. Pusimos en juego nuestras vidas". Como ya se ha relatado, los únicos que se personaron en el lugar fueron dos agentes de la Guardia Civil.
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