Doscientas noches desde que, el pasado 15 de octubre, la Consejería de Sanidad de Castilla y León decidiera suprimir las urgencias médicas nocturnas y los vecinos llevar a cabo sus acciones de protesta. Doscientas noches que los vecinos se han quitado de dormir unas horas por reivindicar algo que consideran más que un derecho: la salud de las personas. “Nadie pensaba que la lucha se iba a alargar tanto”, manifiestan los vecinos. “Alcanzamos la noche número doscientos, una cifra redonda y dolorosa, sobre todo, por tener tan pocos resultados”, añaden.
Tiempo para hacer balance. Al parecer los ánimos no decaen y, por lo que parece, la lucha por reclamar algo “suyo” seguirá en pie. En Castilla La-Mancha lo consiguieron y les fueron devueltas las urgencias a los vecinos afectados del lugar pero aquí no se es muy optimista por el momento. La Junta de Castilla y León ha adoptado una postura inamovible a pesar de contar con un acta notarial en que se contabilizan los tiempos entre los puntos de salud, los cuales, se sobrepasan en algunos minutos. Peo parece que por ahora todo seguirá igual y habrá que esperar a nuevos movimientos o reclamaciones, por ejemplo, el cambio de velocidad en las carreteras que aumentaría el tiempo de traslado entre los puntos de atención médica.
Los vecinos de Las Arribes, en este sentido, se sienten abandonados totalmente por la Administración. Más cuando se han tomado decisiones como las de abrir las urgencias médicas solo en momentos puntuales, como periodos vacacionales o ferias, “dando prioridad a los que vienen de fuera que a los que estamos y tenemos que vivir aquí”. Además, durante este tiempo, los vecinos han demostrado la importancia de las urgencias médicas, pues se han podido atender casos de urgencia, varios de gravedad, gracias a la presencia de las protestas que obligaban a los médicos a estar presentes en los centros de salud arribeños.
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