Desde la Administración provincial aseguran “que somos conscientes de las nuevas necesidades de las familias derivadas en parte de la creciente incorporación de la mujer al mundo del trabajo”. Por ello, “se ha planteado la conciliación de la vida familiar y laboral procurando medios y recursos que permitan conciliar el trabajo de las personas con la necesaria atención a los miembros de sus familias”. A través del presente programa se llevarán a cabo las intervenciones adecuadas que garanticen a los niños, en su primera infancia mientras sus padres trabajan, no solo unos cuidados sino unos contenidos educativos que tengan en cuenta todo su proceso evolutivo.
Entre las obligaciones asumidas por la Diputación, en el marco de este programa, se encuentra la de coordinar la ejecución del programa a nivel provincial, aportar la cofinanciación o prestar apoyo técnico al municipio para facilitar la puesta en marcha del programa. Por otra parte, los ayuntamientos deberán proponer a dos personas encargadas de atender a los niños beneficiarios del programa, proceder a contratar el seguro de responsabilidad civil, aportar los medios materiales necesarios para la prestación del servicio, aportar el inmueble donde se vaya a celebrar la actividad, sufragar sus gastos de funcionamiento, prestar el servicio durante cinco horas diarias como mínimo, establecer una tasa mensual (que no excederá de 180 euros), aplicar los criterios de acceso previsto en la normativa de las Escuelas Infantiles públicas, elaborar una memoria financiera y técnica y justificar la subvención a la que se acogen, que en el caso de El Cubo de Don Sancho ha sido de cerca de los 12.000 euros.
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