La sequía, sumado al hecho de que muchas localidades de la provincia multiplican su población este mes de agosto, ha vuelto a poner de manifiesto los problemas con los que se encuentran para garantizar el abastecimiento a la población.
Es el caso de Candelario, pero no el único. El Ayuntamiento que preside Pablo Hernández prohíbe, a través de un bando, el riego de huertas y jardines, así como el lavado de coches o el llenado de piscinas, estanques, riego de aceras y terrazas "porque la prioridad tiene que ser el consumo doméstico".
Además de pedir a toda la población que se modere el consumo de agua, evitando el mal uso y el despilfarro, el bando señala que las prohibiciones persiguen evitar otras medidas más contundentes, como las restricciones horarias.
Decisión municipal que se acuerda, además de por la sequía, por la reducción del caudal del río que abastece los depósitos de agua destinados a los vecinos de Candelario.
Preocupación por la escasez del agua en esta localidad, a la que se suman otras como La Alberca, aunque, por el momento "vamos salvando la situación", teniendo en cuenta tanto la elevada población que se concentra este mes en la villa como el gran número de turistas y plazas hoteleras. Desde el Ayuntamiento albercano también se apela a la concienciación de todos "para que no se rieguen jardines o se laven vehículos".
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