La estación de esquí de la Covatilla no ha llegado a tiempo a al puente de la Constitución perdiéndose una de las citas más importantes de la temporada. A pesar de que la intención inicial del Ayuntamiento de Béjar era abrir estos primeros días de diciembre, de hecho estos últimos días se ha trabajado en la estación para que todo estuviera listo y la nieve caída facilitaba su apertura, al final la estación no ha estado lista a tiempo.
Aunque desde el Ayuntamiento de Béjar no han dado una respuesta clara sobre la posible fecha de apertura de las instalaciones y remiten a la próxima semana para ofrecer más información, en la web de la estación acaban de anunciar que la previsión de apertura es el 11 de diciembre. En la misma web se aclara este mismo viernes se han abierto los servicios de cafetería y restauración.
Un retraso que podría estar vinculado a la crisis municipal vivida en el Ayuntamiento de Béjar tras la dimisión de la alcaldesa, Elena Martín. Una situación de inestabilidad que supone que el equipo de Gobierno está trabajando en funciones a la espera de la convocatoria de un nuevo pleno donde se vote un nuevo alcalde.
También puede tener que ver con el retraso en la apertura que el Ayuntamiento de Béjar ha apurado hasta el último minuto para realizar contrataciones. Algunos de los puestos tenían el plazo de solicitudes abierto hasta el pasado jueves, lo que hacía ya sospechar que podría atrasarse la apertura de las pistas.
Desde algunos sectores de Béjar se ha criticado la falta de información ofrecida por el Ayuntamiento sobre las fechas de apertura de las instalaciones y el daño que puede hacer a la economía bejarana perder un puente tan importante en movimiento de visitantes y aficionados al esquí por retrasar una semana la apertura de las pistas.
En Castilla y León otras pistas como Leitariegos ya están abiertas y otras como San Isidro esperan que mejoren las condiciones meteorológicas y lo tienen todo listo para su apertura. Por su parte, en el Pirineo Catalán y Aragonés todas las estaciones están abiertas, mientras que en la Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico están funcionando al cincuenta por ciento.