Cientos de personas acudieron a las inmediaciones del monumento que inmortaliza al animal, situado junto a la iglesia, para presenciar el rito tras el que el gorrino es soltado para que transite por las calles del municipio alimentándose de desperdicios y de lo que lugareños y turistas le van dando. En esta ocasión la presidenta provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer, Inmaculada Rodríguez, asistió al acto invitada por el Ayuntamiento albercano.
El animal vivirá libre hasta el próximo 17 de enero, día en el que será subastado en el marco de otra tradicional fiesta en la que se dan cita miles de personas que, tras la subasta, comparten una degustación de productos de la matanza tradicional.
La tradición del marrano de San Antón recuerda a la época en la que los judíos obligados a convertirse al cristianismo daban testimonio de su conversión criando uno de estos animales. Con el tiempo, esa costumbre terminó derivando en la popular rifa que aún sigue realizándose.
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