Castilla y León se prepara para un riesgo extremo de incendios: vientos, bajas humedades y tormentas secas ponen en alerta a INFOCAL
Se ha ordenado a las jefaturas territoriales de Medio Ambiente intensificar la vigilancia, manteniendo en estado de alerta máxima los puestos de observación, autobombas, cuadrillas, agentes medioambientales y celadores
La Junta de Castilla y León, a través de su operativo de lucha contra incendios forestales (INFOCAL), ha activado medidas extraordinarias de vigilancia y prevención ante un escenario de riesgo extremo de incendios en toda la Comunidad. Se espera una combinación peligrosa de vientos fuertes, humedades relativas muy bajas y la posibilidad de tormentas secas.
Las previsiones meteorológicas para este jueves indican vientos medios de alrededor de 30 km/h en toda la región, con rachas máximas que podrían alcanzar los 35-40 km/h en Burgos y en las mesetas de la mitad sur. A esto se suma una baja humedad relativa, que se situará en torno al 10-20%, mientras que las temperaturas ascenderán hasta los 33º C.
Peligro de tormentas secas y restricciones en cosechas
Uno de los factores de mayor preocupación es la alta densidad de rayos por superficie que se esperan en las zonas de tormenta. Aunque los pronósticos de precipitaciones asociados a las DANA no son exactos, se prevé que las lluvias, si se producen, serán muy localizadas y escasas (entre 2 y 8 mm) en las provincias del norte de la Comunidad, aumentando el riesgo de igniciones por rayos.
Ante este panorama, la Dirección del Servicio de Incendios Forestales ha ordenado a todas las jefaturas territoriales de Medio Ambiente intensificar la vigilancia. Los puestos de observación, autobombas, cuadrillas, agentes medioambientales y celadores se mantendrán en estado de alerta máxima.
Se extremará la vigilancia no solo sobre los rayos caídos, sino también en las zonas agrícolas cercanas al monte, especialmente durante las labores de cosecha. Es crucial recordar que está prohibido realizar la cosecha con vientos superiores a 30 km/h y temperaturas por encima de los 30º C, condiciones que, al combinarse con la baja humedad, incrementan exponencialmente el riesgo de incendios.
La Junta de Castilla y León hace un firme llamamiento a la responsabilidad individual y colectiva para proteger el patrimonio natural de la Comunidad en una de las épocas de mayor peligro. La colaboración ciudadana es esencial para prevenir incendios y garantizar la seguridad de todos.
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