La reforma del parque de Prado de los Guzmanes ya ha llegado a su fin para convertirse en un espacio en el que se han arreglado algunos de los elementos del anterior, para poder ser reutilizados, y a los que se ha añadido un nuevo elemento principal.
Se trata de un juego con diversas utilidades y que cuenta con una parte para deslizarse, con una superficie inclinada que permite al niño caer y aprender a controlar los movimientos ejercitando sus reflejos y la psicomotricidad; un espacio de reunión, en el que el niño podrá disfrutar de la socialización y lo indispensable en todo juego, la imaginación, motivando la interrelación de los pequeños y despertando el sentido social de convivencia y desarrollando la solidaridad y una última parte que le permitirá trepar a través de un movimiento perfecto con el que desarrollará sus habilidades motrices, el control del propio cuerpo, el equilibrio y la coordinación estimulando la capacidad motora y la seguridad en los movimientos.
Este elemento está formado por compuestos metálicos muy resistentes a la corrosión, al desgaste y al vandalismo, que permitirá que perdure durante más tiempo, con gran capacidad elástica y ligereza, capaz de ofrecer una alta resistencia a los impactos haciendo muy difícil su rotura. Su uniformidad de en cantos y laterales confieren unos acabados continuos y homogéneos.
Se trata de un espacio para los más pequeños, necesario en este lugar puesto que actualmente en esta ubicación vive una población joven y con gran cantidad de niños, en la que el Ayuntamiento ha invertido una partida que asciende a 18.000 euros.
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