Comarca de Salamanca

​“Mi padre ha muerto con coronavirus ahogado en sus propias flemas”: El devastador relato de una mujer que tenía a su progenitor en la residencia San Camilo

La hija de un paciente de la residencia cuenta a SALAMANCA24HORAS.COM las reprobables circunstancias en las que se encontraba su padre: “Llamaba todos los días para saber cómo estaba; siempre me respondían que bien. Tenía 38 de fiebre y me decían que era febrícula. Acaba de fallecer y no he podido ni estar presente cuando lo han enterrado, es algo que no superaré en la vida” 

residencia san camilo

“Tengo una mezcla entre una pena horrible y de venganza,pero entendida entre comillas. No contra una persona, sino de que esto se tieneque parar”, son las primeras palabras con las que María José ha atendido a esteperiodista. Su voz se entremezclaba entre la tristeza y la rabia ante unasituación contra la que, casi nunca, se puede luchar: La muerte.

Acaba de perder a su padre este domingo a causa del coronavirus, algoque, desgraciadamente, se está repitiendo con demasiada frecuencia en losúltimos días en Salamanca. Sin embargo, ella cree que desde la residencia en laque estaba institucionalizado su progenitor, desde el 7 de agosto de 2018, se podríahaber hecho mucho más y ha querido denunciar “la increíble situación con la queme he encontrado desde el primer momento, como por ejemplo que los auxiliaresutilizaran los mismos guantes de fregar durante un mes para lavar a todos los residentes; daba igual que fuera la cara que otras partes”.

“Aquí la vida brilla por su ausencia”, denuncia a título personalMaría José, una enfermera de Salamanca que, dada la muerte de su padre porCOVID-19, está aislada. “Sé que tengo el bicho, pero ante esa situación no pudeevitar darle un abrazo a mi padre. Me podía la impotencia”. Asimismo, cuentaque en la residencia San Camilo “venden que hay un fisio y lleva de baja nuevemeses, que tienen terapeuta ocupacional y no existe, igual que la estimulacióncognitiva… Estén donde estén, ponen a los residentes en sillones y los atan;así tienen dos opciones: o dormir o dormir”.

“Sí, sí… tú dale decomer que encima de gordo y de pesar mucho, como engordé más lo duchas tú”

Su padre entró en la residencia porque sufrió un ictus, pero“entró caminando, solo han pasado casi dos años y se ha ido deteriorando tanto queestá postrado en una cama. Vivía con mi madre, pero dada la edad de ella, los problemas que había tenido mi padre y que por mi trabajo no podía dedicarle todo el tiempo que él necesitaba; decidimos, muy a nuestro pesar, ingresarlo en este centro. Que vaya por delante que yo a mi padre lo quería con locura, pero las circunstancias de la vida te obligan muchas veces a esto.

Una vez me lo tuve que llevar de allí porque estabadeshidratado y desnutrido. Se recuperó y tuve que ir a darle yo la comidaporque estaba solamente 'a sopa', cuando mi padre tiene la dentadura perfecta ypuede comer solido sin problemas. Encima me dicen: sí, sí… tú dale de comer que engorde más que lo vas a lavar tú”, denuncia MaríaJosé que además alerta que “les meten medicamentos tranquilizantes a chorro ydejan a los pacientes completamente sopa, porque no quieren residentes, quierenmuebles. Me dicen que les cambian siete veces al día el pañal. ¡Qué coincidenciaque siempre que iba a visitarle estaba de pis hasta las orejas…! Llevaba con unainfección urinaria, ya no sé el tiempo”.

María José argumenta que por su trabajo ya conocía que en laresidencia podía haber algún positivo por coronavirus, “siempre llamo para verqué tal está, pero sabiendo eso me ponía en contacto con más asiduidad. Larespuesta: su padre está bien”. Sin embargo, cuenta, que el pasado miércoles,después de haber contactado con ellos por la mañana afirmando que su padre se encontraba en perfectas condiciones, por la tarde le llamaron: “me dicenque está muy mal. Cuando he llegado a la residencia me he encontrado a mi padremoribundo. Parecía la imagen de Franco que todos hemos visto en la televisión.Con la boca abierta, seco como la mojama, con la nariz perfilada y parecía un puchero lleno de mocos. Les pregunto que ¿Desde cuándo tiene fiebre? y me responden que no ha tenido, que 38 º es febrícula –fiebre leve-.

Le he tomado la tensión con mi tensiómetro, porque nisiquiera te facilitan eso, y tenía 6,3 y llevaba sin orinar horas. Tenía unarespiración casi imperceptible y le he tenido que poner yo una vía propia ysuero, además de contactar por teléfono con personal sanitario”, cuenta a estemedio de comunicación, a la vez que añade que “he llevado una mascarilla paraproporcionarle oxígeno, pero ni si quiera la bomba que tenían en la residenciafuncionaba y los antibióticos me los ha traído una amiga. Dicen que sonenfermeras, pero luego no tienen de nada”

Según cuenta esta afectada a SALAMANCA24HORAS.COM, su padrellevaba varios días con fiebre, según ha recogido una analítica que lerealizaron en el hospital. “Esta gente no tiene caridad cristiana, no laconocen. Cuando le puse el suero a mi padre me dijeron: por lo menos él va aestar hidratado, aquí mueren secos ¡Ah! Y no se moleste en llamar a unaambulancia porque dan prioridad a los jóvenes”, cuenta María José con la voztemblorosa al recordar ese difícil momento. “Quédese usted que nosotras nosvamos a dormir. Me han dejado tirada como una colilla, pero, después deimplorar a mil sitios, conseguí que apareciera una ambulancia a las 3:25 horasy hemos llevado a mi padre al Clínico donde nos han atenido fenomenal”

Por último, María José denuncia que “estás mojas están pocoformadas. Las residencias necesitan profesionales. Se piensan que estamosjugando a las casitas de las muñecas con el coronavirus y esto es muy agresivo.Mi padre ha muerto asfixiado con sus propias flemas y lo acaban de enterrar sinpoder estar yo presente, eso es algo que no superaré en la vida”.

La residenciafinalmente ha admitido que hay fallecimientos por COVID-19, pero en unprincipio han asegurado que “aquí ha habido muertos, pero yo no soy médico, niusted lo es ¿Cómo sabemos si ha sido por coronavirus?”

Para conocer la versión de la Residencia SanCamilo sobre estos hechos, este medio de comunicación se ha puesto en contacto con la directora,una de las ocho monjas que trabajan en el centro. Nada más preguntarle por las,al menos, cinco muertes registradas entre este domingo y este lunes y la mitadde ellas -con confirmación- por COVID-19; ha contestado que “Yo no soy médico,ni usted lo es, así que no podemos decir que ha sido por coronavirus, porque sino hay pruebas o no nos lo dicen pues no lo tienen. Si cree que esas muertesson por la enfermedad son sus propias conclusiones. Los síntomas que nos handicho desde fuera nosotros aquí no lo hemos comprobado en nadie. Eso sí si unavez que vengan a hacer el test si da positivo, ya la cosa cambia”.

Ante titubeos y evasivas, y revisando un listado donde tieneapuntado los fallecimientos, ha asegurado que ha habido varias muertes en elcentro “cinco tengo aquí apuntadas entre ayer y hoy, pero no sé si ustedtambién me pregunta por las del hospital. Pero nadie está diciendo que estasmuertes sean por coronavirus, que parece que ahora todo el mundo muere de eso”

Sin embargo, después de varios minutos de conversación, lapropia directora ha asegurado que un médico del Hospital les ha llamado notificándolesque uno de los residentes había muerto por COVID-19. “Todas las residenciastienen contagiados y si se nos hubiera hecho caso cuando advertimos de esto,estaríamos mejor. La primera semana de marzo fueron los contagios, que fue cuandola gente de Madrid se cerró, pero claro ha habido familiares que han ido a Madridy luego han venido a visitar a los residentes y nos han traído el bicho.Sabiendo que estaba por ahí no tenían que haber venido acá. La humanidad notiene consciencia y han ido sin saber”. Del mismo modo, ha asegurado, que yahan tomado todas las medidas preventivas necesarias y se han puesto en contactocon varias instituciones para dar a conocer su situación

“Igual que Jesucristotuvo doce apóstoles y los quiso a todos, pero no todos lo quisieron a él”

Desde este medio hemos preguntado por el caso concreto delpadre de María José a lo que la directora del centro ha contestado que “ustedcree que yo siendo monja y teniendo médico de cabecera, voy a dejar a unpaciente medio moribundo y no avisarle”.

No obstante, ha concluido que, sobre esa mujer, refiriéndosea María José, “hablaría como mujer y lo haría mal, pero como monja que soy mevoy a callar. Jesucristo tuvo doce apóstoles y los quiso a todos, pero no todoslo quisieron a él. Aquí pasa lo mismo. Ella como enfermera debería serprofesional primero y antes de hablar pensar”.

La Junta asegura que “la situación estácontrolada”

Desde la delegación territorial de la Juntade Castilla y León aseguran que se ha realizado una inspección a la residenciay que están en contacto permanente con las responsables de la misma. “La situaciónestá controlada, hay suficiente personal”, cuentan en declaraciones a estemedio de comunicación.

Admiten, del mismo modo, que las bajas depersonal que ha habido ya se han sustituido y que a los ancianos con síntomasestán aislados.


Por otra parte, han querido señalarincisivamente que la Junta de Castilla y León está en contacto permanente contodas las residencias. 

Comentarios
Fiscalía Hace 4 años (24/03/2020 00:09)
Que investigue ya de oficio. Esto es inadmisible. El prestigio de muchas residencias privadas y religiosas después de todo esto, va a quedar muy tocado. Espa?a está indignada con estos negocios. <br/>6815
anónimo Hace 4 años (24/03/2020 00:59)
D.e.p. <br/>40
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