El pasado jueves el alcalde y varios concejales presentaron la programación de verano con la ausencia de  la edil de Festejos, Carmen Cambronero. El propio Javier Iglesias aprovechó la ausencia justificada de la edil para comunicar que, debido a la crisis, la Delegación de Festejos iba a desaparecer; pero "no ha tenido las agallas suficientes de decírselo a la cara,  porque que se sepa, desde que acabaron los Carnavales el alcalde tenía encima de la mesa la renuncia la propia concejala, que un día si y otro también quería saber de su situación. Por suprimir, puede suprimir todas las delegaciones, porque ninguna cuenta asignación económica propia para desarrollar sus actividades, por tanto la crisis no les afecta".

El asunto viene de largo, desde el momento en que la todavía edil de Festejos "agarró al toro por los cuernos y dejó bien claro que la organización de festivales y festejos taurinos eran de su estricta incumbencia, algo que los santos varones del PP local no le han perdonado nunca y mucho menos el que diera tanta participación a la oposición, a lo que hemos de añadir una insana envidia por el éxito cosechado, como quedó patente en el cierre de la comisión taurina, donde concejales del PP fueron a degüello con su propia compañera aireando cuestiones que rayaban en el terreno de lo personal".

Es más, muchos concejales del PP "estaban deseando que el Carnaval fuese un auténtico fiasco, lo cual no tenían remilgos de airearlo allá por donde iban, pero resultó justamente lo contrario y esto jamás se le ha perdonado".

Las consecuencias son "una crisis en toda regla en el equipo de gobierno que Javier Iglesias no ha sabido ni ver ni atajar. Los desencuentros propiciados por los santos varones son constantes con respecto a sus compañeros y el alcalde no sabe, no contesta. Y todo ello es propiciado por el acopio de cargos que tiene: presidente provincial del PP, presidente de la Diputación, cargos que hace que no conozca la problemática en la que están sumidos más de un edil del PP, porque otros concejales quieren quitarle competencias".

El que el alcalde no esté en Ciudad Rodrigo hace que "los plenos se celebren a horas en las que case con su agenda, incluso determinadas comisiones, en especial la de Hacienda, ignorando que los concejales tienen una obligación con su trabajo y que no están liberados para acudir al consistorio a cualquier hora".

El PSOE, ya en la sesión de investidura del presente mandato, "tuvo el atrevimiento de decirle a Javier Iglesias que cediese la Alcaldía al teniente de alcalde, en vez de delegarle todas las atribuciones que tiene el máximo edil, y que él se quedase de concejal raso, lo cual le permitiría ser presidente de la Diputación.

Desde aquel momento está fracturado el equipo de gobierno. Y, como dice el refrán, no se puede estar en misa y repicando. Es obvio que hay cuestiones que el alcalde no controla y en los tiempos que corren no se lo puede permitir Ciudad Rodrigo".

Desde el PSOE "recomendamos al alcalde que se ausente menos de Ciudad Rodrigo o que ceda los bártulos del consistorio mirobrigense,  porque ha quedado claro que la crisis abierta la ha propiciado él y solo él, y a lo que se ve ha tomado partida por el núcleo duro del PP".

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