Denuncian públicamente que el obispo emérito Reig Pla aseguró en Salamanca que los niños que nacen con discapacidad son “herencia del pecado”

Las declaraciones, en las que añadió que provienen “del desorden de la naturaleza”, fueron pronunciadas por el obispo en una homilía celebrada el domingo 11 de mayo en Alba de Tormes

Monseñor Reig Pla durante la homilía donde pronunció esas palabras
Monseñor Reig Pla durante la homilía donde pronunció esas palabras

Asprodes Plena Inclusión Castilla y León ha manifestado públicamente su “profundo” malestar, así como el rechazo, ante las declaraciones vertidas por el obispo emérito de la Diócesis de Alcalá de Henares, Monseñor Juan Antonio Reig Pla, durante una homilía celebrada el pasado domingo 11 de mayo en la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen de Alba de Tormes.

Durante la misa, celebrada dentro del marco del periodo de veneración pública a Santa Teresa de Jesús, Reig Pla aseguró a los niños que nacen con discapacidad física o intelectual son “herencia del pecado y del desorden de la naturaleza”.

Estas palabras han sido consideradas por la asociación como “profundamente ofensivas, estigmatizantes y completamente alejada del modelo de sociedad inclusiva que defendemos”.  En ese sentido, desde Asprodes, contestan al obispo emérito que “la discapacidad no es un castigo ni una consecuencia moral”.

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Del mismo modo, en un comunicado de prensa remitido a los medios de comunicación, expresan su lamento por unas palabras en un espacio “de recogimiento espiritual y celebración” y que “se emitan mensajes que perpetúan estigmas, y consideramos que la Iglesia del siglo XXI debe revisar su lenguaje y su actitud para alinearse con una visión verdaderamente inclusiva y respetuosa con todas las personas”.

Por último, rechazan públicamente cualquier discurso que vincule la discapacidad con el pecado, reivindican igualdad de todas las personas e invitan a Monseñor Reig Pla y a la comunidad eclesial a conocer de primera mano “nuestro modelo de trabajo centrado en el respeto, la inclusión y la participación plena de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la vida, incluida la dimensión espiritual”.

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