El desconocido legado del poeta Marcos Ana en Salamanca: ni una calle lo recuerda en la provincia

Sólo en San Vicente, pedanía de Alconada donde nació hace 104 años, se puso hace dos décadas una placa frente a la casa donde vivió

Marcos Ana. Foto Asociación Marcos Ana
Marcos Ana. Foto Asociación Marcos Ana

Este 20 de enero se cumplirán 104 años desde que Fernando Macarro Castillo, conocido como Marcos Ana, nació en San Vicente, una pequeña pedanía de apenas una veintena de habitantes dependiente de Alconada. El poeta, Medalla de Oro del Mérito del Trabajo 2009 y de las Bellas Artes 2011 y Premio Castilla y León a los Valores Humanos 2013, fue también el preso político que más tiempo estuvo en la cárcel durante el franquismo. Reconocido en el extranjero y en diversos lugares de España, donde regresó en 1977, su legado ha pasado desapercibido en la provincia que le vio nacer y donde pasó sus primeros años de vida, ya que antes de irse a Madrid con su familia también vivió en Ventosa del Río Almar. Ni una calle recuerda al que en la cárcel empezara a escribir y se convirtiera en poeta y coincidiera con Buero Vallejo o Miguel Hernández a pesar de que, con motivo de su muerte, en 2016, el entonces alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, mostró su pesar por su fallecimiento destacando “su lucha por las libertades y la reconciliación democrática en las últimas etapas de su vida” y sus esfuerzos “por superar rencores de la Guerra Civil y por la concordia”.

Donde ha quedado un resquicio de su vida es en el pequeño pueblo que le vio nacer. Allí hace dos décadas una placa recuerda su nacimiento y su legado poético en el parque situado frente a la que fuera su casa. Un pueblo de apenas 17 vecinos donde no queda ningún familiar del poeta. “Se fueron, allí no tenían familia y cuando se fueron a vivir a Ventosa el padre siguió yendo a trabajar a San Vicente hasta que se marcharon a Madrid”, recuerda el alcalde de Alconada, Julián Flores (Partido Popular) Eso sí, muchos años después Fernando Macarro volvió al pueblo que le vio nacer.  “Estuvo aquí, de hecho, ese día por el calor o algo no se encontraba bien y se tuvo que echar un rato. Precisamente lo hizo en la casa donde nació”, asegura.

El poeta Marcos Ana, Fernando Macarro.
El poeta Marcos Ana, Fernando Macarro.

No hay más rastros de su memoria en la provincia. No hay calles, ni plazas, ni más reconocimientos al poeta ni en la capital ni en otros municipios de la provincia, a pesar de que si recibió homenajes en la Facultad de Geografía e Historia o en locales privados, quizá porque ha pesado más a la hora de tenerlo en cuenta su vida política que la poética.

Fernando Macarro pasó 23 años en la cárcel. Fue encarcelado con tan solo 19 años en 1939. El régimen franquista le condenó a pena de muerte acusado de cometer tres asesinatos durante la Guerra Civil

Fernando Macarro pasó 23 años en la cárcel. Fue encarcelado con tan solo 19 años en 1939. El régimen franquista le condenó a pena de muerte acusado por la comisión de tres asesinatos durante la Guerra Civil. Su pena fue conmutada por treinta años de prisión, sin embargo, la presión de Amnistía Internacional, entre otros, hizo que saliera de prisión en 1961.

En San Vicente y Ventosa del Río Almar pasó los primeros años de su vida. Su padre trabajó en la pedanía de Alconada hasta que se fueron a vivir a Madrid. De familia muy humilde, empezó a trabajar con doce años y con 16 se afilió a las Juventudes Socialistas Unificadas. En el 36 se marchó al frente, pero fue obligado a abandonar el campo de batalla por ser menor de edad. Tras afiliarse al partido comunista, se incorporó al ejército en cuanto cumplió los 18 años, llegando a ser comisario político.  Fue capturado en Alicante y acusado de los tres asesinatos. El mismo reconocía para el diario El Mundo que: “Yo estaba condenado a muerte, lo habitual en esos días. Hasta tal punto, que cuando la gente iba al consejo de guerra al volver estábamos todos esperándoles para saber que condena traían. A lo mejor venían con los ojos llenos de lágrimas: «¡Treinta años! ¡Treinta años!». Y te abrazaban, porque traer treinta años de condena era una suerte, era evitar el fusilamiento”.

“La cárcel fue mi universidad. Conocí a mucha gente. Coincidí con Buero Vallejo y con Miguel Hernández entre otros muchos”, aseguraba

En la cárcel coincidió con directores de periódicos obreros o anarquistas y escritores como Antonio Buero Vallejo o Miguel Hernández. “La cárcel fue mi universidad. Conocí a mucha gente. Coincidí con Buero Vallejo y con Miguel Hernández entre otros muchos”, aseguraba Macarro en dicho reportaje. Fue allí donde empezó a leer, muchos libros eran clandestinos y también fue allí cuando empezó a escribir sus primeros poemas bajo el seudónimo de Marcos Ana, los nombres de sus padres.” Pensando en mis padres me puse Marcos Ana. A mi padre lo habían matado en la guerra y mi madre murió, la pobre, cuando me condenaron por segunda vez a muerte”, aseguraba.

Tras su liberación, gracias a la promulgación de un decreto de amnistía para todos los presos políticos que llevaban más de veinte años en prisión del que sólo se benefició él, se marchó a Francia. Comenzó a dar conferencias y tuvo gran repercusión en el exterior. Eso hizo que el gobierno franquista continuara con su persecución ya que el Ministerio de Información de Manuel Fraga editó un folleto titulado “Marcos Ana, asesino” que enviaba a todas las embajadas de España en los países donde impartía conferencias. A esto, el aseguraba que “si eso hubiera sido cierto, me hubieran fusilado muchos años atrás” y reconoce que esas maniobras del Gobierno de España hacían que fuera más gente a sus charlas.

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El Adelantado Periódico de Intereses Morales y Materiales, Ciencias, Literatura y Artes Año LXIII Número 19108 1963 abril 26. Prensa Histórica

 

Cuando volvió a España en 1976 continuó con sus actividades dentro del Partido Comunista, e incluso se presentó como candidato al congreso por Burgos. A partir del 2009 llegaron los primeros reconocimientos. Primero la medalla al mérito del Trabajo, después la de Bellas Artes. En 2009 también lo propusieron candidato al premio Príncipe de Asturias de la Concordia. En 2013 llegó el reconocimiento de la Junta de Castilla y León. En 2019 el Ayuntamiento de Madrid colocó una placa conmemorativa en la fachada de la que fuera su casa, en la calle Narváez con el lema: “En esta casa vivió Marcos Ana, poeta, comunista y luchador antifranquista”.

'Mundo Obrero  Órgano del Comité Central del Partido Comunista de España'   Año XLVII Número 23 (08061977)
'Mundo Obrero Órgano del Comité Central del Partido Comunista de España' Año XLVII Número 23. Prensa Histórica 

 

Murió en 2016, con 96 años años. Su obra poética todavía no se ha publicado en su integridad. Su poesía muestra los años de prisión y los ideales a los que fue fiel hasta su muerte.

 

Mi corazón es patio 

La tierra no es redonda:
es un patio cuadrado
donde los hombres giran
bajo un cielo de estaño.

Soñé que el mundo era
un redondo espectáculo
envuelto por el cielo,
con ciudades y campos
en paz, con trigo y besos,
con ríos, montes y anchos
mares donde navegan
corazones y barcos.

Pero el mundo es un patio
(Un patio donde giran
los hombres sin espacio)

(Fragmento)

Mi casa y mi corazón

(sueño de libertad)

Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.
Que entren la noche y el día,
y la lluvia azul, la tarde,
el rojo pan de la aurora;
La luna, mi dulce amante.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios. Nadie.
Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.

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