La Diputación de Salamanca encubre el silencio: un caso de acoso sexual entre alumnos y otro de bullying docente sacuden su Escuela de Tauromaquia

Salamanca24horas ha podido acceder a más de una veintena de documentos oficiales que corroboran que existen al menos dos víctimas, ambas menores, que han emprendido medidas legales con motivo de estos hechos

Javier Iglesias y Jesús María Ortiz
Javier Iglesias y Jesús María Ortiz

“La Escuela de Tauromaquia tiene como principio la preocupación por una enseñanza esmerada, de calidad y de máximo equilibrio en la atención al grupo y al individuo”.

Esas son las palabras empleadas por la Diputación de Salamanca, a través de su página web, a modo de breve introducción de la escuela taurina.

Ahora bien, la más de una veintena de documentos oficiales a los que ha podido acceder este medio apunta a una realidad que difiere de la anteriormente descrita.

Según esos mismos documentos, existen al menos dos víctimas de acoso: una menor de 13 años, víctima de un presunto acoso sexual por parte de dos compañeros, y otro alumno, también menor, que ha emprendido medidas legales con motivo de un presunto maltrato psicológico continuado por parte de los profesores.

Ambos casos cuentan, señalan, con el silencio e indiferencia por parte de la Diputación de Salamanca.

Presunto acoso sexual a una alumna de 13 años

Tal y como ha podido saber este medio de la mano de fuentes conocedoras del caso, se han interpuesto varias denuncias ante la Policía Nacional y la Guardia Civil, relatando una serie de presuntos incidentes de acoso sexual y coacciones que tienen por víctima a una menor, identificada como Esther (nombre ficticio), por parte de otros compañeros durante varios meses.

Según se informa en los documentos a los que ha tenido acceso este medio, los hechos comenzaron a primeros de este año, cuando uno de los compañeros empezó a enviarle mensajes privados a la menor solicitando fotografías, insistencia ante la que la niña terminó cediendo. Desde entonces, los envíos de mensajes continuaron a altas horas de la madrugada y ya avanzado el curso, se sumó a la situación un segundo compañero quien, según se recoge en la denuncia, también pedía fotografías acompañadas de comentarios sexistas y mensajes amenazantes.

Una vez se ratificaron estos hechos, tal y como ha podido saber este medio, se advirtió a la direccion de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca.

Sin embargo, la dirección y el equipo docente de la escuela, según figura en otro documento, alegaron desconocer los incidentes al haber ocurrido fuera de su ámbito de competencia. Ahora bien, aseguraron sus intenciones de actuar de manera inmediata dentro de las competencias de mediación que les corresponden, limitándose únicamente a intentar mediar entre los alumnos implicados.

Asimismo, y paralelamente, se formalizó la primera denuncia ante la Policía Nacional, detallando los meses de acoso sufridos. Dos días después, se interpuso una segunda denuncia a raíz de un nuevo incidente ocurrido casi al finalizar el curso, cuando uno de los chicos denunciados recriminó a Esther, durante una sesión en el recinto de la escuela, haber contado la situación.

Y, casualmente ese mismo día, un familiar directo del menor implicado solicitó que no se interpusiera denuncia, alegando que "tenía otra causa pendiente y que se le iba caer el pelo" -tal y como se recoge en el escrito- culpando entonces de los hechos a otro alumno.

Desde la dirección de la Escuela de Tauromaquia, hoy día y tal y como ha podido confirmar este medio , se sigue sin dar respuesta firme, careciendo además de protocolo de actuación que permita dar una solución clara y efectiva a unos hechos como estos.

La dirección de la Escuela pese a atender formalmente esta queja, y tal y como ha podido cotejar Salamanca24horas, no pone verdadera intención en cortar de raíz de la situación.

Por otro lado, cabe destacar y mencionar que existe un informe psicológico en el que se refleja que Esther presenta síntomas de estrés postraumático derivados de “chantaje, coacción y amenaza por parte de iguales”.

Las denuncias, ha podido confirmar Salamanca24horas, se encuentran en tramitación ante la Fiscalía de Menores.

Con respecto a la presunta suspensión cautelar de ambos alumnos por parte de la Escuela de Tauromaquia, la respuesta se redujo a afirmar que se estaba a la espera de recibir alegaciones y que el proceso administrativo y judicial continuaba. Aunque, eso sí, los alumnos denunciados no habían sido apartados de las actividades vinculadas a la escuela.

Han transcurrido varios meses y la situación no es solo que no haya cambiado, sino que tampoco se han ofrecido ni aplicado medidas al respecto.

Presunto acoso psicológico por parte de profesores

El segundo caso, cuyo inicio se remonta a 2016, tiene como víctima a otro alumno que, según se registra en varios documentos a los que ha podido acceder este medio, fue blanco de burlas, humillaciones y comentarios despectivos por parte de varios profesores de la escuela.

El menor sufrió, refieren esos mismos escritos, bullying sistemático dentro del centro, lo que terminó por provocarle graves consecuencias psicológicas, ha podido ratificar este medio; asimismo, a consecuencia de la situación, llegó a tener pensamientos autolíticos.

Los progenitores del chico han asegurado a este periódico haber mantenido varias reuniones con la dirección y con responsables de la Diputación, sin obtener ningún tipo de solución.

En un documento de 21 páginas remitido a la escuela, los progenitores denunciaron con todo tipo de detalles y amparándose en la ley el trato desigual, favoritismo y uso discrecional de recursos públicos en beneficio de algunos alumnos.

El escrito cita textualmente que el director justificó sus decisiones diciendo que "él es el director y prioriza e invierte en ciertos alumnos".

Los padres sostienen que esta “inversión selectiva” se realiza con dinero público, vulnerando los principios de igualdad establecidos, y así lo citan, en el Decreto 110/2002 de Escuelas Taurinas de Castilla y León.

En ese mismo documento, redactado por los progenitores, se hace referencia a una irregularidad ocurrida en febrero de 2024, durante la organización del XVII Bolsín Taurino “Rosquilla de Oro” de Ledesma, en el que participó un alumno que no cumplía con la edad mínima de 15 años exigida en las bases.

El director de la escuela alegó que el joven “cumplía años el mismo día del festejo”, aunque, señalan los padres demandantes, esto era mentira.

Así pues, enviaron al alcalde de Ledesma un documento exigiendo explicaciones a lo que, Exuperancio García, confirmó el error en un escrito remitido el 16 de diciembre de 2024, alegando que se trataba de “un fallo de comunicación con la Escuela de Tauromaquia de Salamanca” y de cómputo por parte de la Diputación.

La Diputación de Salamanca, a través de una respuesta más que escueta y firmada por Jesús María Ortiz, se limitó a confirmar la recepción de todas estas quejas y afirmó que “la escuela cumple plenamente su objetivo de formar a jóvenes profesionales de la tauromaquia”.

Los progenitores mantienen que han intentado conciliar en dos ocasiones con la Diputación; de hecho, remitieron otro documento a la atención de "el ilustrísimo señor Presidente de la Diputación de Salamanca", en el que se exponía la situación y se alegaba que "no se trata en ningún caso de un hecho aislado" y que "pudiendo estar ante unos hechos que pudieran ser constitutivos de un delito continuado se interpone la presente comunicación".

La respuesta ha sido la misma: silencio.

La Escuela de Tauromaquia, una institución que nunca está de más mencionar que opera con fondos públicos, carece de protocolos eficaces para la protección de menores.

Mientras tanto, en el centro de la polémica, hay dos víctimas que siguen esperando que alguien asuma la responsabilidad que nadie quiere reconocer.

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