El escultor Severiano Grande tendrá un moderno museo donde prevalecerá su obra en el tiempo

 El escultor Severiano Grande el día que presentó el moderno museo donde prevalecerá su obra en el tiempo
El escultor Severiano Grande el día que presentó el moderno museo donde prevalecerá su obra en el tiempo

“A lomos del sacrificio ardiente y presente, Severiano Grande va descorriendo el velo del misterio alegórico en un marco arrolladoramente ambiental. Y surge ese dulce metabolismo arcaico, con que, de una forma estilística y personal, modela los sentires”, dice el poeta Félix Grande. El misterio del que hablaba Grande ahora, gracias al empeño del propio escultor, la iniciativa y lucha del Ayuntamiento y el diseño del Estudio Sánchez Gil Arquitectos, se hará realidad en el museo que llevará su nombre con la mirada hacia la N-630, antaño Ruta de la Plata.

Para llevar a cabo esta moderna e importante obra, donde se expondrán entre 40 y 50 esculturas de Severiano Grande de forma rotativa, han debido invertirse 309.000 euros, de los que el 80% aporta el Grupo de Desarrollo Rural Adrecag, y, el resto, apunta el alcalde, Fermín Pérez Benito, “habrá que buscar las fuentes de financiación”. Un museo que el propio artista tendrá todos los días a la puerta de su casa, para fundirse y recrearse con su obra, esculturas creadas con sus fuertes manos, siempre en talla directa con el cincel, el puntero o la bujarda que han logrado extraer del granito, mármol, alabastro, pórfido, ónice o basalto las formas que convierten la materia en arte, para regocijo y contemplación de los amantes del arte y que perdurará por los siglos como algo perenne, porque el arte no tiene periodo de caducidad.

Severiano Grande, un artista de vida fundida con la materia, con el campo de Mozárbez, donde se aposentó hará más de 50 años, se siente “orgulloso" de Salamanca y sus gentes, de la acogida dispensada y su tierra, de donde fluye el material al que Grande da forma. Porque el museo, excavado en la tierra, se asentará sobre una mina de pizarra, un terreno de donde salieron para la capital las lanchas del suelo de la Catedral Nueva o los balcones de la Plaza Mayor.

Los datos del museo y su diseño son todo un ejemplo de modernidad incrustada en la herencia artística clásica del antiguo Egipto y de la naturaleza, madre de donde surgen todos los materiales, ideas y formas que conjugan la definición de arte. Un conjunto de dos edificios que emergen de la profundidad, con una primera tapia a modo de fachada principal, atrio y recepción que da paso a un segundo bloque cuadrado de 16,6x16,6 metros al que se accede por un túnel donde entre pizarras crece la naturaleza viva. De todo este conjunto se levantará una forma piramidal –porque Severiano Grande mama también del viejo Egipto- que anuncia al caminante la existencia del edificio, con sus 10 metros de altura es hito y llamada, explica el arquitecto Emilio Sánchez Cuadrado, autor del proyecto. Que los deseos se cumplan y haya luz, vida y arte en un año que podrán durar las obras.

“Hay un momento en la creación en que todo se agolpa: el conocimiento inmoviliza. Es el aturdimiento previo a la lucidez; el placer y el temor de que su frágil cifra se pierda en un mal viento. Y sólo de este éxtasis, de este fulgor paralizante, se sale por la mano, unida a la herramienta. Comienza ya, con el temblor de lo inicial, la búsqueda de lo que se entrevió en la nebulosa: caen trozos minerales empapados de luz, cubiertos aún de musgo, lamidos por el mar o el río, o en apariencia mudos desde un bloque perfecto. Y cincel y puntero son casi despiadados; la maza más que cruel. Se sabe y no el sentido de la lucha: es la propia materia, golpeada y resistente, entregada y huidiza, la que indica el camino o la que lo disfraza”, Aníbal Núñez, 1978. 'Catálogo de la exposición individual en el Banco Cantábrico'.

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