El Geoparque de Salamanca, el anhelo de la provincia para entrar en el olimpo de los lugares más impactantes del mundo

El proyecto, que dará alas y promoción internacional a un territorio de 110 pueblos con una riqueza geológica única, está pendiente de la declaración de la UNESCO

Proyecto de geoparque en Salamanca. Localidad de San Esteban de la Sierra, en la sierra de Francia. David Arranz.  ICAL.
Proyecto de geoparque en Salamanca. Localidad de San Esteban de la Sierra, en la sierra de Francia. David Arranz. ICAL.

Hace más de 570 millones de años, durante el Precámbrico, se empezaron a gestar los paisajes que ahora conocemos como la zona oeste y sur de nuestra provincia, con unas características geológicas únicas, con sedimentos muy antiguos que conformaron las zonas rocosas de la actual Salamanca. Una riqueza geológica que en Salamanca cuenta con dos grandes espacios de rocas: Las Arribes y la Sierra de Béjar, dos entornos muy complejos que vertebran el que será el futuro geoparque de Salamanca, un proyecto que espera el visto bueno de la UNESCO para entrar a formar parte de la lista de geoparques mundiales repartidos por el mundo. Un proyecto que busca ser un motor de desarrollo para una de las zonas más deprimidas y con más despoblación de Salamanca. Una ventana a la historia del suelo que pisamos.

Pero ¿qué es un geoparque?

Los Geoparques Mundiales de la UNESCO son “áreas geográficas únicas y unificadas donde los sitios y paisajes de importancia geológica internacional se gestionan con un concepto holístico de protección, educación y desarrollo sostenible”. El patrimonio geológico es evaluado y considerado desde la perspectiva, presencia y necesidades de los habitantes, y se utiliza junto con otros valores naturales y culturales para promover el desarrollo local a través del geoturismo, la educación y la identidad territorial.

Proyecto de geoparque en Salamanca. David Arranz. ICAL.
Proyecto de geoparque en Salamanca. David Arranz. ICAL.

Los tres objetivos fundamentales que conlleva dicha declaración son la preservación del patrimonio geológico, el fomento de actividades de difusión y el geoturismo. Algo que pretenden la Diputación y la Universidad de Salamanca, promotoras de esta iniciativa que ya cuenta con una asociación en la que se incluyen todos los municipios del territorio y que ha solicitado al comité evaluador que eleve el proyecto a la UNESCO para su valoración. El gran premio será el reconocimiento internacional de esta zona si logra el reconocimiento de geoparque.

Y es que solo hay 213 geoparques en todo el mundo, concretamente repartidos en 48 países. De ellos, 17 se encuentran en España, siendo nuestro país el segundo, tras China, en número de geoparques. De conseguirse la declaración para el de Salamanca sería el segundo de Castilla y León, que ya cuenta con el de Las Loras.

Mientras esto sucede ya han comenzado algunas iniciativas de divulgación, como las llevadas a cabo en el Geolodía que ya acogen distintos pueblos de la provincia de Salamanca.

Municipios incluidos en el proyecto

El futuro geoparque ocupa una superficie de más de 4.000 kilómetros cuadrados y 110 municipios repartidos por comarcas como Ledesma, la Ramajería, La Ribera, Abadengo, Campo de Argañán, La Socampana, Campo de Robledo, El Rebollar, Campo de Agadones, Sierra de Francia y Comarca de Béjar. 110 municipios que en forma de media luna recorren la provincia desde Juzbado, siguiendo la línea con Zamora, hasta la raya fronteriza con Portugal, recorriendo la frontera con Cáceres hasta La Hoya e incluyendo la Sierra de Francia. Una zona rica medioambientalmente que incluye dos parques naturales, el de Arribes del Duero y Las Batuecas Sierra de Francia, además de dos reservas de la Biosfera, la Transfronteriza Meseta Ibérica y la de las Sierras de Béjar y Francia.

Pueblos incluidos en el geoparque de Salamanca. Imagen Proyecto geoparque
Pueblos incluidos en el geoparque de Salamanca. Imagen Proyecto geoparque

El proyecto presentado ante la UNESCO incluye los denominados lugares de interés geológico. Espacios como Arribes del Duero, el puente Mocho de Ledesma, el Pozo de los Humos, los yacimientos de Barruecopardo o La Fregeneda, la Peña de Francia, los riscos de Martiago, el paso de los Lobos, la Portilla albercana, el pico Cervero o la Covatilla, entre otros.

Las características que pide la UNESCO para declarar un Geoparque son, en primer lugar, que cuente con un patrimonio geológico de valor internacional que es evaluado por un grupo de científicos profesionales. Deben tener un órgano de gestión que, en el caso del salmantino, se ha constituido a modo de asociación que incluye a la Diputación de Salamanca, a la Universidad y a todos los municipios incluidos en la zona afectada. También debe tener visibilidad a través del geoturismo y, por último, un trabajo en red, es decir, de colaboración entre los distintos geoparques que conforman la Red Mundial de Geoparques.

La tramitación para la declaración de parque supone un gran esfuerzo común ya que el proyecto presentado tiene que tener la calidad suficiente y el interés para que pase la criba del Comité Nacional Español de Geoparques y pueda ser evaluado por la UNESCO.  

Proyecto de geoparque en Salamanca. Presa de Aldeadávila. David Arranz. ICAL.
Proyecto de geoparque en Salamanca. Presa de Aldeadávila. David Arranz. ICAL.

Se trata de entrar en la lista de los lugares más interesantes del planeta en riqueza geológica compartiendo espacio con otros geoparques nacionales tan importantes como el de Cabo de Gata, Molina Alto Tajo, que el más grande con más de 4.300 kilómetros, el de la Costa Vasca, que se extiende a lo largo de 90 km de costa o el de Sobrarbe-Pirineos. Entre los parques internacionales algunos de los más conocidos son los de Meteora en Grecia, el Gran Cañón de Enshi-Cueva Tenglongdong, en China o el de la isla de Qeshm en Irán. Una ventana al mundo y la nuestra historia para promover desarrollo y futuro.

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