Guijuelo

Javier Álvarez Merino, in memoriam (por Santiago Benito Matilla)

Santiago Benito Matilla, quien fuera secretario del Ayuntamiento de Los Santos, escribe un homenaje sobre el alcalde de Los Santos de treinta y dos años, Javier Alvarez Merino, fallecido el pasado lunes.

Javier Alvarez Merino

El pasado martes, 21 de julio, ledimos el último adiós a Javier Álvarez Merino. Parece que un infarto, que nopudo superar, posiblemente debido a su vulnerabilidad por el cáncer de gargantaque padecía desde hace dos años, terminó con su vida de sesenta y tres años.Injusta Naturaleza que, a veces, creo que debería tener más consideración. Esta"peste" que, a casi nadie ya se le escapa, tiene su fundamento en elmodelo de desarrollo insostenible que los poderosos nos han impuesto y con elque la mayoría convivimos sin hacerle mucho frente, y que no era el modelodefendido y practicado por Javi. Por eso, decía antes que la Naturaleza podíatener alguna consideración con personas como él.

Javierera muy conocido en Salamanca como "el Alcalde", pues no en vano sepasó media vida como regidor en el Ayuntamiento de Los Santos. Si, media vida,ya que fueron treinta y dos años, repartidos en ocho legislaturas seguidas, deun tirón.

Elque escribe estas líneas estuvo con él, como Secretario del Ayuntamiento,durante veintisiete años. Tiempo ya más que suficiente para ratificarme en elsentimiento que tengo de él desde un principio: pertenece a ese grupo selecto yminoritario de personas dedicadas a la política que sirven a lo común condesprendimiento y desinterés personal. De los que ofrecen su vida para serviral bienestar de sus vecinos, sin esperar nada a cambio.

Siendolicenciado en Geografía e Historia, y con buen expediente, renunció a lo quepodía haber sido un interesante futuro académico (con veintiséis años sepresentó a las elecciones locales por primera vez, allá por 1983), por dedicarsu trabajo y esfuerzo a su pueblo -también gran parte a la comarca-; aconseguir evitar los estragos que, el abandono y el falso desarrollismourbanista, han ocasionado en el mundo rural con el despoblamiento.

Fuesorteando el desempeño de la alcaldía, a duras penas, con trabajos temporalesde dirección en programas de empleo y períodos en largas filas del desempleo.Su modo de vida era austero. Recordemos que no tuvo coche propio (de segundamano) hasta ya entrado en los cuarenta. Sus idas y venidas eran en el"coche de línea" o como acompañante de los que hacíamos el mismotrayecto. Tenía lo suficiente para sus más básicas necesidades, susimprescindibles libros, su cine, unas cervecitas con amigas y amigos y, de vezen cuando, algún viaje.

Estaausteridad chocaba con la generosidad en los gastos del Consistorio. Losproblemas de liquidez (tensiones de tesorería, en lenguaje pijo-técnico actualde las artes financieras y contables de la Administración), no eran suficienteobstáculo para invertir en infraestructuras, para mantener actualizados todoslos servicios. En definitiva, para que el municipio no se quedara atrás en esta"desescalada" (claro que no me refiero al período postconfinamiento)que está convirtiendo al mundo rural en cenizas y reliquias del pasado. Suanhelo por mantener a Los Santos "en el mapa", de ser referencia endesarrollo sostenible, fue una constante en su actuación y la de todas aquellaspersonas que lo han ido acompañando en la Corporación municipal, incluidas lasde la oposición, a las que, desde estas líneas, también quiero rendir un merecidohomenaje. Debo recordar que en toda su andadura al frente del Ayuntamiento laregla general ha sido que los acuerdos -salvo contadas excepciones- seadoptaron por unanimidad. Esto hay que ponerlo también en el haber de laoposición, demostrando que había un interés común, por encima de otrasconsideraciones: el bienestar de los santeños. Para tomar nota, hoy en día.

Tuvoerrores -o eso nos parece a otros-, como si de un humano se tratara. Pero deello no se derivó nunca un beneficio personal. Puedo dar fe de que jamás salióni un céntimo de las arcas municipales para su bolsillo, ni siquiera paragastos que su cargo en ocasiones le reportaban. Esto también lo testimonio delresto de los concejales y las concejalas con las que ha compartido Corporación.

Pudohaber tenido más relevancia en el mundo de la política; pero ahí estaban sus"compañeros" de partido (el socialista) por aquel entonces, unacaterva de burócratas desclasados, para cerrarle el paso. Lo más que pudoconseguir fue salir elegido diputado provincial una única legislatura. ¡Quemanía con que los honestos cuanto más lejos mejor! No siendo que contagien.

Esdifícil resumir toda su trayectoria en este pequeño texto, pero el objetivosólo es reivindicar su memoria y dejar constancia para que siga estandopresente su obra y su recuerdo. Hay cosas y personas que no pueden caer en elolvido.

Quela tierra te sea leve, compañero, y fructifique en ella la semilla que hasdepositado.

Santiago Benito Matilla,secretario-interventor de Administración Local, jubilado

Comentarios
Salmantina Hace 3 años (25/07/2020 08:40)
D.E.P <br/>40
Gumni Hace 3 años (26/07/2020 16:39)
Síii, el perfil político de Javi no era considerado adecuado para estar en la política remunerada; el perfil que busca el aparato es el de vividores, jetas y gorrones. Así les va a nuestros pueblos. <br/>00
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