Un informe de la CHD revela una invasión de 108 especies de flora y 20 de fauna en la cuenca del Duero

Los cangrejos señal y americano, el visón americano y la almeja asiática colonizan los ríos

Embarcadero del río Tormes
Embarcadero del río Tormes | Patricia Hernández

Un reciente estudio de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha alertado sobre la creciente presencia de flora y fauna invasora en la cuenca del río Duero. El informe, que analizó 320 emplazamientos en ríos y embalses, ha documentado la existencia de hasta 108 especies de flora y 20 de fauna alóctonas y exóticas que suponen una grave amenaza para la biodiversidad local.

La fauna invasora: los cangrejos americanos a la cabeza

Según el estudio, se detectó al menos una especie exótica de fauna en más de la mitad de los tramos fluviales analizados. Las especies más comunes son los dos tipos de cangrejos americanos: el cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus) y el cangrejo rojo (Procambarus clarkii). El primero, introducido para repoblar zonas con el cangrejo autóctono diezmado, se ha extendido por las provincias de Ávila y Segovia, donde amenaza a especies en peligro de extinción como la náyade de río. El cangrejo rojo, por su parte, es un depredador voraz que causa daños ambientales y a cultivos como el arroz.

Otras especies detectadas incluyen el visón americano (Neovison vison), que se ha propagado en los grandes ríos como el Esla y el Pisuerga, poniendo en riesgo al desmán ibérico, una especie en peligro crítico. También se ha encontrado la almeja asiática (Corbicula fluminea), que compite con los moluscos autóctonos. La CHD destaca que estas especies han sido introducidas a menudo por actividades humanas, como la pesca, que ha llevado a la proliferación de 10 especies de peces exóticos, entre ellos la carpa y el pez gato.

La flora exótica: una amenaza para el ecosistema

El informe ha confirmado la presencia de 108 especies de flora alóctona. Entre las más extendidas se encuentran el ailanto (Ailanthus altissima), la mimosa (Acacia dealbata) y la yerba de la mariposa (Conyza canadensis). En particular, la mimosa se ha expandido en la provincia de Orense, sustituyendo la vegetación de ribera, y la yerba de la mariposa amenaza la actividad agrícola al competir con los cultivos.

El estudio resalta que la mayor diversidad de plantas exóticas se concentra cerca de grandes núcleos de población como Zamora, Valladolid, León y Palencia, debido a la alta degradación del medio. Sorprendentemente, los Arribes del Duero también muestran una gran diversidad de especies exóticas, en este caso, por sus particulares condiciones climáticas que favorecen su proliferación.

La CHD subraya que la introducción de estas especies, ya sea de forma accidental o intencionada, altera el equilibrio de los ecosistemas, desplazando a la fauna y flora nativas. La fragilidad de los sistemas fluviales los hace especialmente vulnerables a estas invasiones, que pueden llevar a la extinción de especies locales y a modificaciones irreversibles en el hábitat.

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