En primer lugar, destacaron como problema central el alto déficit que arrastra este sistema y calificaron de fraudulento el informe que lo analiza, puesto que excluye del cómputo global la línea que une la capital con Santa Marta, única línea de transportes metropolitanos que cuenta con superávit. A propósito de esto, Gorka Esparza consideró una grave decisión el hecho de que sólo se considere importante el factor económico a la hora de tomar decisiones y expuso los que, en su opinión, también deberían considerarse como factores principales la equidad y vertebración social, así como el factor medioambiental que la red de transportes metropolitanos conlleva.
Por otra parte, Moreno y Esparza señalaron como principal problema el sistema de concesiones existente actualmente, el cual dio comienzo hace 50 años: “es imperdonable que sigamos dando por válido un sistema que se aprobó en la dictadura franquista”. Este sistema, según Gorka Esparza, cuenta con horarios absurdos que en la mayoría de los casos no concuerdan con los horarios administrativos; precios excesivamente altos que ahora se encarecerán aún más; y atienden a las necesidades de un empresario en lugar de a las de los usuarios. A modo de ejemplo, expusieron el ejemplo de la línea que une Villares de la Reina con Salamanca y que no transporta a más de 10 usuarios en cada viaje; según Esparza “si esto sucede en una localidad que cuenta con polígono industrial y varias urbanizaciones, es que algo estamos haciendo mal”.
Por último, Moreno y Esparza calificaron de “necesaria” una modificación en el sistema actual y pidieron una intervención desde la administración pública para que se rescinda la concesión actual, así como un rediseño de los horarios, recorridos y precios “antes de que se produzca una verdadera quiebra del transporte metropolitano.
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