Pasados los peores momentos de la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus, Javier Iglesias considera que, por parte del Gobierno central, ha habido un exceso de comunicación que ha llegado a confundir a veces y un déficit claro de gestión. Además de reconocer el comportamiento de alcaldes, concejales y vecinos de la provincia, explica a SALAMANCA24HORAS que las medidas más importantes de la Diputación se han centrado en la protección de las personas mayores en las residencias y en los servicios sociales.
Con una crisis sanitaria sin precedentes, tras siete semanas de estado de alarma, ¿cómo califica la actuación del Gobierno central? ¿Cree que se tomaron las medidas precisas a tiempo conociendo de antemano la situación en Italia?
Pasados los peores momentos de la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus, Javier Iglesias considera que, por parte del Gobierno central, ha habido un exceso de comunicación que ha llegado a confundir a veces y un déficit claro de gestión. El Gobierno ha dicho que hizo lo que le trasladaron los especialistas. Todos los españoles queremos saber con qué información contaba para tener un conocimiento cierto y saber si retrasó deliberadamente la puesta en marcha de las acciones. Desde mi punto de vista, ha habido un exceso de comunicación, que a veces ha llegado a confundir, y un claro déficit de gestión, que es lo que más nos interesa a los ciudadanos.
¿Y el trabajo de la Junta de Castilla y León?
Tras un primer momento de desconcierto en el que creíamos que el mando único solucionaría gran parte de los problemas de EPIsy test, las comunidades autónomas tomaron las riendas de la situación. Castilla y León ha ido por delante y ha sido la Comunidad Autónoma que ha conseguido más EPIs por habitante. Al menos 25 aviones de mercancías con material. Gracias a la Junta no han faltado equipos de protección en residencias, hospitales y los lugares más sensibles. Aún hoy estamos siendo abastecidos por ella. Creo que el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, ha liderado una respuesta adecuada a esta importante crisis.
¿Y la Diputación? ¿Qué medidas ha tomado para "remangarse" en esta tarea que nos ha tocado vivir a todos durante estas semanas?
Lo más importante ha sido la protección a las personas mayores en residencias y en los servicios sociales. Hemos tomado medidas para, sin dejar a nadie descuidado, poner por delante la vida de las personas. Además, el cuerpo de Bomberos de la Diputación ha estado desinfectando sin descanso cada tres o cuatro días los espacios públicos más sensibles de todos los municipios de la provincia. Hemos llegado al menos dos veces por semana al último rincón de la provincia de Salamanca. Mi reconocimiento a los trabajadores de las residencias, de bienestar social y a los bomberos, tanto profesionales como voluntarios.
La pandemia supondrá un antes y un después para todos, pero especialmente para los más mayores por ser el colectivo más vulnerable. En una provincia como Salamanca, con una elevada tasa de población envejecida, ¿la Diputación se plantea reorganizar servicios como la ayuda a domicilio?
La Diputación ya se lo ha planteado y, de hecho, ha readaptado sus servicios a la situación creada por el Covid-19. El criterio que hemos seguido ha sido mantener la atención personal, prevenir el contagio y preservar la seguridad de los mayores. Hemos ampliado el concepto de vulnerabilidad; antes se prestaba atención en base a la persona, ahora se tienen también en cuenta los apoyos de los que dispone, los vínculos familiares, si el entorno más próximo tiene capacidad de cuidado o no… para evitar situaciones de fragilidad. Cuando pase esto, lógicamente seguiremos manteniendo todas las medidas de seguridad y protección. Seguiremos vigilantes para poner a disposición de las personas todos los recursos necesarios, pero siempre manteniendo los criterios de seguridad y protección.
Los ayuntamientos y voluntarios han desempeñado un papel fundamental para que los mayores, muchos en soledad en pequeños municipios, respetaran el confinamiento y, a la vez, se asegurara su acceso a productos básicos y medicamentos. Han desempeñado un papel clave. ¿Plantea algún tipo de reconocimiento cuando esto pase?
Nos sentimos profundamente orgullosos del comportamiento de los alcaldes, concejales y de los vecinos de la provincia. En muchas ocasiones, de la manera más creativa y con pocos recursos, han llevado a cabo solidarias iniciativas para que sus vecinos sufran lo menos posibles las consecuencias de esta pandemia. Desde llamadas personales, hasta trabajos de desinfección, reparto a domicilio de mascarillas y alimentos… los alcaldes de la provincia y todos los vecinos han demostrado estar a la altura de las circunstancias. Todos ellos merecen nuestro más sincero reconocimiento.
Las residencias han sido uno de los focos de la pandemia. ¿Cómo es la situación actual de los tres centros de la Diputación? ¿Ha sido suficiente el personal para atenderlos durante las semanas de mayor incidencia del virus?
La situación es estable y de contención. Durante esta crisis hemos realizado un total de 54 contrataciones. Ahora mismo podemos decir que todas las bajas y las necesidades asistenciales están cubiertas.
¿Han llegado los test que reclamó al presidente del Gobierno para los trabajadores de estas residencias? ¿Qué material sanitario ha repartido la Diputación de Salamanca?
Aún no han llegado los test reclamados en las cantidades que son necesarias, ni para nuestras residencias ni para el resto de residencias de la provincia. La que se encarga del reparto es la Junta. Como he dicho anteriormente, su gestión ha sido muy satisfactoria.
Con la crisis económica que conlleva la paralización de numerosas actividades y la subida del paro, ¿cambiarán las prioridades presupuestarias de La Salina?
Las prioridades presupuestarias van a ir encarriladas a mantener la actividad económica de la provincia, como ya hemos hecho con la inyección de 64,5 millones de euros para incentivar la inversión y hacer que la actividad económica vuelva a funcionar lo antes posible y, por otro lado, a asistir a todos los que necesiten un apoyo especial en estos próximos meses de dificultades.
El confinamiento ha hecho que se vuelva a mirar y a valorar la vida rural. ¿Cree que cambiará la percepción que todavía se tiene de los pueblos, a veces peyorativa?
Las personas que viven en el mundo rural han demostrado durante esta crisis que son imprescindibles. Nuestros agricultores y ganaderos han seguido trabajando para que no nos faltara de nada en nuestras mesas y ellos también han sido verdaderos héroes anónimos. Creo que han dado una lección de humanidad, de humildad y trabajo que hay que agradecerles. La España rural ha tenido un comportamiento ejemplar y estoy convencido que esta crisis ha marcado un antes y un después en la percepción que el resto de la sociedad tiene de los hombres y mujeres que viven en los municipios rurales.
Con una provincia en la que muchas localidades tienen su principal fuente de ingresos en el turismo y la hostelería, ¿qué medidas tomará la Diputación para recuperar visitantes?
Ya hemos tomado un primer paquete de medidas y estamos estudiando otras posibilidades. Pero estoy convencido de que instrumentos como 'Salamanca en Bandeja? serán muy útiles de cara al futuro para echar una mano al sector.
Un sector al que está afectando de lleno el estado de alarma, además de al turismo y a la hostelería, es a la ganadería. Los productores de ovino, vacuno de carne y porcino no dan salida a sus producciones. ¿Cómo se puede ayudar al sector desde la Diputación?
Lo estamos haciendo ya. En pleno estado de alarma hemos conseguido mantener las lonjas para proteger, por un lado, al productor, al ganadero, y, por otra parte, al consumidor.
Muchos de los ganaderos que acuden cada año con su ganado a Salamaq ya están seleccionando ejemplares sin saber si se celebrará. Con las medidas sanitarias a aplicar a medio plazo en el aire, dependiendo de cómo evolucione la pandemia, ¿baraja suspender el certamen?
Es un poco pronto para tomar una decisión. En las próximas semanas tendremos que ocuparnos de esto y hacer una reflexión profunda. En todo caso, la decisión de mantener o suspender Salamaq no va a depender solo de la voluntad de la Diputación, sino de lo que las entidades superiores puedan indicarnos.
Recientemente se sumó a la petición realizada por otros colectivos para que el Gobierno permitiera los desplazamientos hasta los huertos familiares, que no ha sido posible hasta este sábado. Han sido numerosas las quejas de los propietarios porque mientras en Castilla y León no se permitía, en otras comunidades, sí estaban autorizados.
Me alegra que en la primera fase de desescalada se haya tenido en cuenta esta petición que era un clamor en la España rural. Aunque solo se refiere a los huertos del mismo municipio y adyacentes, nos gustaría que se fuera ampliando en las próximas semanas.
¿Cómo está resultando el día a día de los funcionarios de La Salina con el estado de alarma? ¿Se potenciará el teletrabajo?
Nos hemos adaptado en un tiempo récord al teletrabajo. Casi 300 personas están teletrabajando en esos momentos. Desde el Centro Informático Provincial se ha hecho un extraordinario trabajo para poderlo conseguir.
Esta crisis marcará un antes y un después para todos, ¿también para la Diputación?
Sin duda. Como de todas las circunstancias, siempre aprendemos algo nuevo. Hemos aprendido que somos capaces de reinventarnos, de adaptarnos y de ofrecer lo mejor de una institución tan importante como la Diputación Provincial, especialmente en las situaciones más adversas. A partir de ahora tenemos que diferenciar lo esencial de lo importante sin perder de vista nuestro compromiso de ser útiles a las personas de la provincia de Salamanca.
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