La micología está de moda y cada vez hay más gente que se lanza al campo a recolectar. Una actividad para la que tienes que tener unos conocimientos mínimos ya que puede ser peligroso ingerir una seta venenosa y muchas especies son tan parecidas que se confunden. Para Alma Labajo, presidenta de la Sociedad Micológica “Lazarillo” es fundamental más que nunca la formación. “La gente sale muy a ciegas”, asegura, “conocer lo que recoges es fundamental y si no lo sabes para eso estamos nosotros, para decirle a los recolectores qué han recogido”.
Lazarillo ha retomado su actividad presencial lo que supone que si recoges setas puedes llevárselas a ellos y las identifican. “La gente es muy artrevidas y sigue habiendo casos de intoxicación”, asegura Labajo. También hay que tener en cuenta “que muchas setas, por el lugar donde crecen junto a cultivos, pueden tener fertilizantes y no se recomienda su consumo”.
Para la presidenta de Lazarillo “Salamanca es muy buen sitio porque tiene todos los hábitats posibles. Tenemos robledales, castaños, encinas, pinos, prados… hay una diversidad brutal”. De hecho, en sus exposiciones han llegado a mostrar hasta 300 ejemplares de hongos distintos recolectados en la provincia.