Miranda del Castañar y Garcibuey siguen sin secretario desde que el pasado agosto causara baja la persona que cubrió la plaza en julio, una plaza que supone un coste mensual entre ambas localidades que asciende a 1.500 euros y que se cubrió después de dos concursos que quedaron desiertos desde el 2016. La situación empeoró cuando se terminó la habilitación especial concedida por parte de la Diputación entre noviembre y el 31 de enero para que otra persona hiciera las veces de secretario mientras que se resuelve el concurso de la plaza de sustitución, algo que ha provocado que no se pueda firmar el pago de las nóminas ni de las facturas pendientes desde entonces.
La alcaldesa de Miranda del Castañar, Encarnación Torija, afirma que “lo que más le importa es pagar las facturas y los sueldos a sus trabajadores” ya que, como explica, en estos momentos las subvenciones importantes ya están otorgadas y se encuentran en ejecución. Además, asegura que en julio, cuando se contrató a la secretaria que poco después se dio de baja, ella misma se apresuró a convocar un pleno, algo que no ocurrió en Garcibuey, donde llevan más de dos años sin poder celebrarlo.
Por otro lado, la regidora no se explica el porqué de la negativa de los técnicos de La Salina a conceder una habilitación especial de secretario una vez vencida el 31 de enero la que tuvieron desde noviembre. No obstante, reconoce que los responsables políticos de la institución provincial sí se han mostrado favorables a resolver la situación.