San Pedro de Rozados terminaba 2019 con sobresaltos en elplano político y empieza 2020 con ellos.
Después de la celebración el 27 de diciembre de un plenoordinario compuesto por seis puntos en el que el segundo se titulaba ‘Ordenanzareguladora de las actividades ganaderas intensivas porcinas’, un concejal delPSOE (partido en la oposición con tres ediles por cuatro del PP) recibía unassupuestas amenazas por parte de un vecino que ya ha denunciado ante la GuardiaCivil y se han pintado en varios rincones del pueblo mensajes contra estaformación política.
Todo ello se debe al tratamiento en el pleno de unaordenanza que tendría que cumplir la ‘macrogranja’ para unos 12.000 cerdos queestá previsto construirse en la finca Bernoy, en el término de San Pedro deRozados, y que se ubicaría en la Vía de la Plata.
Los concejales del PSOE se oponían a esta normativa “porquele falta contemplar regulaciones en materia de transporte, sanciones oprocedimientos sancionadores”, relata Rubén Sanz, portavoz socialista en elAyuntamiento de San Pedro Rozados, a SALAMANCA24HORAS. Por ello, el equipo deGobierno accedía a dejarla sobre la mesa y a intentar que los dos partidoslleguen a un acuerdo para aprobarla.
Sin embargo, un grupo de vecinos que tiene previstoconstituir una plataforma de defensa del pueblo contra las ‘macrogranjas’reunía 279 firmas y conseguía llevar al pleno una votación para conocer laposición de la corporación con respecto a la creación de este negocio. Ante laausencia del alcalde, los tres concejales del PP presentes votaban a favor,mientras que el trío del PSOE lo hacía contrariamente, ganando la votación lospopulares por contar con el voto del presidente del pleno, el teniente dealcalde.
“Era un pleno tenso porque el propio presidente del plenofaltaba a un compañero del PSOE diciendo que era muy difícil escucharle cuandoél tiene la obligación de hacerlo. Si quien tiene que poner orden se comportaasí, ¿qué se puede esperar?”, se pregunta Sanz.
Toda esta tensión se trasladaba más allá de las opiniones delos políticos y un concejal socialista, Manuel García, denunciaba ante laGuardia Civil haber recibido amenazas de un vecino. Al día siguiente, el puebloamanecía con pintadas contra el PSOE en diversos lugares. “Algunas se encuentranen edificios municipales. Se ha avisado al teniente de alcalde y siguen sinquitarse. Esto no es convivencia. Voy a denunciar estas pintadas porque atentancontra el derecho al honor y la imagen de cualquiera que sea del PSOE”, afirmael portavoz socialista en el consistorio de la localidad.
Mientras esto se produce, Rubén Sanz se opone a laconstrucción de esta macrogranja: “Es un atropello medioambiental porque se vaa instalar a ambos lados de la Vía de la Plata y hay que conocer qué se va ahacer ahí con tantos animales, vertidos, olores y contaminación. He recurridola declaración medioambiental, pues se debe valorar si hay agua para estoscerdos e informar si los sondeos son suficientes. Además, la regulación pideque no aparezcan alambres en espino en unas determinadas zonas y resulta que yaestán alambradas así. También contempla que no se echen vertidos en perímetroscon encinas y la Guardia Civil tiene fotografías que constatan que ya se hantirado… Por ahí pasa el Camino de Santiago. El promotor dice que afectará poco,pero si las puertas dan a la Vía de la Plata, entonces sí influye. Tiene quehaber un informe de la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y Leónporque por esas puertas pasarán camiones. El consejero de Cultura quierepotenciar el Camino de Santiago con los gobernantes de Galicia y Extremadura. ¿Lesha dicho que atravesará una zona con 12.000 cerdos? Se va a destruir la dehesadel Campo Charro y no se va a generar empleo porque la granja es mecanizada. Notengo nada en contra del dueño, pero sí de que se hagan las cosas mal y sedestruya el paisaje. Las amenazas y las pintadas son un capítulo más. Todavíaquedan cosas por tratar. El problema es que el daño esté hecho cuando elproblema se solucione”.