Los vecinos de Puente del Congosto acompañaron como cada año a la  recién restaurada imagen de la Virgen de la Orden al paraje que la guardó durante siglos hasta la destrucción de la ermita por parte del ejército francés. La zona se convirtió desde entonces “en uno de los lugares más hermosos junto con la ribera del Tormes del Puente del Congosto y actualmente con el lago artificial sobre el Tormes de  la presa de San Fernando”.
 
La Asociación de mujeres ‘Virgen de la Orden’ llevó la imagen desde la iglesia junto al restaurador alicantino, Manuel, que se aloja en el albergue de Fuenterroble y por cuyas manos restauradoras  han pasado imágenes del Cristo de Valverde de Valdelacasa y Santa Águeda de Montejo de Salvatierra.

 

La imagen que en otro tiempo permaneció en la ermita, hasta 1809, custodiada por los santeros, algunos naturales de Santibáñez de Béjar, humildes y pobres que iba recogiendo limosnas por los pueblos, posteriormente cada año era portada en andas en una carroza.

 

45 minutos duró el recorrido desde la iglesia parroquial hasta el Cordel de Merinas. Medio centenar de  peregrinos recorrieron la legua y media que separa la iglesia de la ermita. En la Cañada Real Soriana cuatro centenares de personas con vehículos y las hogueras a punto, esperaban la llegada de la imagen. Tras la celebración religiosa a cargo del párroco de la localidad, don Jesús, no faltaron los almendreros del Tejado en los diferentes chiringuitos. 

 

La fiesta continuó durante toda la tarde en un día espléndido. La ausencia del sol que se ocultó tras  Cabeza Búa no fue obstáculo para que la fiesta continuara a la luz de las hogueras hasta la madrugada, cuando se recogieron los últimos romeros.
 
Este año la romería era especial, ya que coincidía con la Fiesta de la Santa Cruz, símbolo principal de adoración por los monjes guerreros templarios que custodiaron el santuario, dependiendo de la parroquia salmantina de San Juan de Barbalos, como señala en su libro el historiador cántabro, Tomás Sánchez García. 

 

Es costumbre visitar las ruinas de la ermita por la tarde entre los negrillos rebrotados tras el ataque de la grafiosis que pueblan la plaza cuadrada de toros y el interior de la misma ermita.

 

Dentro de 20 años la ermita estará reconstruida como es el deseo de todos los chapuceros y la romería se convertirá en uno más de los muchos atractivos con los que cuenta el puente del Congosto, ya que se está gestando este objetivo entre muchos vecinos y asociaciones. Y aunando fuerzas será posible. Seguro que sí por la fuerza que inspira la Virgen de la Orden de los Templarios no sólo en el Puente, sino en Santibáñez de Béjar desde donde se desplazan romeros a caballo, pastores devotos y desde El Tejado, Bercimuelle o desde Cespedosa de Tormes desde donde llegaron  a caballo varios jóvenes, uno de los municipios con más tradición equina.
 
 

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