GALERÍA | Tras los pasos de Miguel de Unamuno en Candelario: “Filiberto Villalobos fue el que le indujo a veranear allí”

El famoso escritor estaba muy interesado en el mundo rural, "en los tipos puros de personas que él entendía sin las dobleces que muchas veces se ven en las capitales o en la política"

Mural con la imagen de Miguel de Unamuno en la oficina de turismo de Candelario
Mural con la imagen de Miguel de Unamuno en la oficina de turismo de Candelario

Miguel de Unamuno, además de ser uno de los escritores y filósofos más importantes del siglo XX, fue uno de los habitantes más ilustres de Salamanca. La Universidad, la Plaza Mayor o los cafés de la época, donde se reunía con otros intelectuales para conversar, eran algunos de los rincones de la ciudad en los que se dejaba ver con frecuencia. El bilbaíno estaba interesado igualmente en el mundo rural y visitaba municipios de la provincia como Candelario. Allí pasó varios de los veranos de principios de la década de los 30 (entre 1932 y 1935).

 “La Sierra de Béjar fue un espacio provincial visitado por don Miguel y sus pueblos y paisajes fueron tema de alguno de sus artículos. Parece lógico que fuera Candelario el pueblo que más le llamara la atención por su singular emplazamiento y, sobre todo, por su peculiar casco urbano, único en España”, dejó reflejado el ya fallecido Eugenio García Zarza, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Salamanca, en el escrito ‘Por tierras de Salamanca, siguiendo a don Miguel de Unamuno. Su interés paisajístico y afán por la inmortalidad’.

En uno de los artículos que menciona García Zarza, denominado ‘En retiro de remanso serrano’ (1935), el que fuera rector de la Universidad de Salamanca describía las características geográficas y el entorno de Candelario de la siguiente forma: “He subido por las empinadas y enchinarradas calles a su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Y luego desde mi breve retiro veraniego, he contemplado el valle. A mis pies, una huerta, detrás la roja ‘testudo' de los tejados de las casas del lugar, todavía sin chimeneas las más, que así lo pedía el oficio de la industria local de embutidos. Y allende, cerrando el horizonte, el entablamento de unos cerros rocosos y pelados. Todo a una luz quieta de remanso también y de visión”.

No es ningún secreto, pues, el paso de Unamuno por Candelario, que se ha encargado de rendir homenaje a su famoso veraneante para que quede grabado en el recuerdo y, al mismo tiempo, invitar a los curiosos a seguir sus pasos y conocer los lugares que frecuentó en los años 30. Pero, ¿de qué forma le homenajea y cómo se fraguó el interés del escritor por el municipio?   

Vinculación de Unamuno con Candelario

'El cantón', testigo de las conversaciones entre Unamuno y Villalobos
'El cantón', testigo de las conversaciones entre Unamuno y Villalobos

“El vínculo de Unamuno con Candelario viene de que era muy amigo de Filiberto Villalobos, una de las personalidades más influyentes de principios del siglo XX en Salamanca. Era diputado provincial por la circunscripción de Béjar e iba muchísimo al municipio. Tenía una casa cerca del Ayuntamiento donde pasaba todos los veranos y Unamuno acabó alquilando otra frente a un asilo para mayores”, mantiene Daniel Sánchez, escritor y antiguo secretario del Ayuntamiento de Candelario. “Fue Filiberto quien le indujo a que fuera allí”, confirma Pablo de Unamuno, nieto del famoso filósofo.

“Siempre empezaban a pasear por abajo, por el parque. Veían a los niños (de las colonias escolares que se realizaban por iniciativa del político) y los acompañaba el médico de Candelario, también de la pandilla. Después, subían calle arriba, siguiendo la ruta de las fuentes y paraban un poco a charlar y descansar en lo que llaman ‘El cantón’, un poyete que estaba a medio camino de las casas de ambos”, continúa diciendo Daniel Sánchez. Quien quiera emular los pasos del escritor, puede iniciar el recorrido desde la pajarita instalada en el parque con la que se le homenajea e igualmente presente en diferentes cartelas con información de interés repartidas por el pueblo.

La impronta del escritor en el municipio 

Placa en la que fuera la residencia de verano de Unamuno
Placa en la que fuera la residencia de verano de Unamuno

Los homenajes a Unamuno en el municipio comenzaron en 2012, coincidiendo con el 75 aniversario de su muerte. “Una serie de vecinos fueron haciendo llegar a su Ayuntamiento el recuerdo de sus mayores de los días en que el ilustre pensador pasó parte de sus veranos en la villa. Ello motivó cierta curiosidad de algunos de los regidores municipales. Unas cosas llevaron a otras y se fue corriendo la voz y, sobre todo, la idea de que tampoco estaría mal recordar a aquel visitante”, escribió el antiguo secretario de Candelario en el texto ‘En torno a Miguel de Unamuno’.

Se descubrieron dos placas: una en la que fuera su residencia de verano y otra con su nombre en la que calle que, hasta entonces, se había llamado Barranco y que antiguamente había sido una arboleda. “Hubo ciclos de conferencias en las que se hablaron de distintos aspectos de mi abuelo, de su obra y de su vida; una exposición fotográfica con imágenes prestadas por la Casa Museo Unamuno de Salamanca; un taller de papiroflexia con niños, que hicieron pajaritas y fue muy emocionante; un certamen de escritos... Llegaron 1.400 trabajos que tuvimos que valorar los miembros del jurado, entre los que nos encontrábamos el ya fallecido Francisco Rodríguez Adrados y yo”, recuerda su nieto, presente en todos los actos de homenaje y muy agradecido a la labor de Daniel Sánchez y de la entonces alcaldesa Ana María Carrón.   

A día de hoy, también se puede leer un fragmento del ya citado artículo ‘En retiro de remanso serrano’ en una placa situada junto a ‘El Cantón’. Esta recoge frases como las siguientes, en las que se hace alusión a una de las señas de identidad de Candelario, las famosas regaderas que llevan el agua de las montañas y cuyo rumor constituye la mejor banda sonora posible: “Y yo aquí, en este mi actual lugar y estado de remanso y retiro, oigo no a ruiseñor, pero sí a esta reguera serrana de la calle, que me dice de la eternidad de la historia religiosamente popular con aquellas inmortales palabras de nuestro poeta castellano, el de que ‘nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar...’, como este regato”. Más reciente, de este 2022, es el mural con la imagen de Unamuno que luce en una de las fachadas de la oficina de turismo.

El interés de Unamuno por el mundo rural salmantino

Paseo de Miguel de Unamuno y Jugo en Candelario
Paseo de Miguel de Unamuno y Jugo en Candelario

Candelario no fue el único municipio salmantino que Miguel de Unamuno visitó durante los años que vivió en la provincia. “Le interesaba mucho el mundo rural, conocer las costumbres de la gente, cuáles eran sus giros dialécticos, canciones o nanas de cuna, qué comían, cómo eran sus trabajos, a qué hora se levantaban… toda su vida. Es lo que dio lugar a la intrahistoria acuñada por mi abuelo, que era como la historia de la historia, lo que hacía la gente rural y no estaba en los libros”, afirma Pablo de Unamuno. “Le atraía la lo que el llamaba el casticismo, los tipos puros de personas que él entendía sin las dobleces que muchas veces se ven en las capitales o en la política”, añade Daniel Sánchez.

La Alberca fue uno de esos municipios en los que buscó la pureza y se dejó ver con asiduidad. También Béjar, especialmente a raíz de la creación de la Escuela Superior de Industrias, dependiente de la universidad de la que fue rector por primera vez entre 1901 y 1914. En torno a esa época, el escritor “estuvo muy preocupado por la migración que estaba ocurriendo en la zona ganadera de Salamanca, sobre todo alrededor de Vitigudino y Ciudad Rodrigo. La gente no tenía qué comer y había una emigración fortísima a América. Él intentaba que no se fueran”. “Es un movimiento de desesperación que hay que evitar transformando la organización jurídica de la propiedad territorial”, defendía el propio Unamuno en El Adelanto.

GALERÍA | Rincones de Candelario que recuerdan a Miguel de Unamuno 

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído