Casi todos los pueblos de Salamanca tienen frontón y gran afición a la pelota a mano, un deporte que antes se practicaba a diario en muchos de ellos y que poco a poco ha sido relegado, sin embargo, en Villoria, el Club de Pelota Las Villas fue el motor de este deporte en la provincia durante décadas. Ahora, tras años de descenso, el club ha resurgido de nuevo y vuelve a contar con una cantera de niños a la que no le falta ilusión y que, en poco tiempo, se han vuelto fieles a este deporte. Algunos de ellos vieron un partido, otros probaron porque sus amigos se habían animado a jugar y todos ellos se engancharon a un deporte que les gusta y les permite competir con otros niños fuera de su pueblo.
David, Alejandro, Diego, Alex, Moha y Juan Andrés forman la cantera del club. Ellos están en edad escolar y compiten en las categorías menores. Menos Moha, que lleva años compitiendo y ha quedado campeón de Castilla y León en cuatro ocasiones, el resto han empezando este año a jugar y competir y entrenan todas las semanas en el frontón de Villoria bajo la batuta de los senior del club: Raúl Corredera, que es además el presidente, José María González y Jorge Sánchez, con el apoyo para los entrenamientos de Félix Sierra.

“El club no ha dejado nunca de funcionar porque lo manteníamos los mayores, pero en cantera hemos tenido unos años que solo estaba Moha”, asegura Raúl Corredera que reconoce que “con la pandemia y después quedó casi paralizada la actividad deportiva como pasó con otros clubes”. Sin embargo, en 2023 cogieron impulso y afirma que “parece que hay ilusión y estamos en ello, hemos hecho un llamamiento para que todos los niños que quiera practicar este deporte puedan hacerlo en Villoria”. Una localidad en la que siempre ha habido afición que se extiende a los pueblos cercanos como Villoruela. De hecho, el club está abierto a los niños sean del pueblo que sean. “Tenemos abierta la inscripción para todos los niños que quieran ir, buscamos cantera porque no queremos que este deporte se muera. Queremos que la gente pruebe y que regrese la afición”. Con los más pequeños de Villoria ha funcionado. Están emocionados con los entrenamientos, los partidos y las exhibiciones.

“La pelota es un deporte rural y puede que cada vez se practique menos porque la natalidad en la mayoría de los pueblos ha decaído. Antes el frontón era el punto de encuentro de los chavales y se jugaba a diario” asegura y reconoce que “cuando los frontones estaban abiertos eran más accesibles y puede que eso también haya influido. Ahora las instalaciones están mejor, son más completas y más cómodas, pero el contrapunto es que al estar cerradas llaman menos a participar”.

De momento la cantera crece y esperan que siga haciéndolo. La mejor manera es que los niños vean a otros niños jugar a un deporte que estaba muy arraigado en la Salamanca rural y del que esperan pueda seguir ilusionando a los más pequeños para que aprendan a jugar a pelota.

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