Salamanca es una provincia de una gran extensión llena de pequeñas localidad y rincones maravillosos. Por eso Melchor, Gaspar y Baltasar se dan cada año el gustazo de recorrerlos todos sin excepción.
Uno de los lugares donde más disfrutaron junto a su amplio cortejo de pajes fue en Villoruela, donde el pueblo, con los peques a la cabeza, arropó a los Magos de Oriente a lo largo de todo el recorrido.
Repartiendo sonrisas, ilusión y caramelos, los Reyes no dudaron en asomarse al balcón municipal para saludar a todos y cada uno de los habitantes de la localidad. Además, escucharon sin prisa las peticiones de los niños del municipio para intentar complacerlos a todos.
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