El responsable del diario mensual Béjar Información, Alberto Segade, ha hecho públicas unas fotografías que evidencian la magnitud de la explosión registrada hace un mes en la depuradora de aguas residuales de Béjar por lo que considera que el equipo de Gobierno municipal ha de ofrecer ?necesarias explicaciones? al respecto
Segade, ex gerente de la Estación de esquí de la Covatilla y portavoz opositor del partido Ciudadanos por Béjar y Comarca, asegura que las fotos son ?elocuentes? y ponen de manifiesto que lo sucedido ?no fue un pequeño incidente, como declaró el Alcalde en el Pleno, ni los daños se limitan a cristales rotos ni muchísimo menos, parafraseando a don Alejo?.
Las fotografías ponen de manifiesto que la explosión tiró tabiques y destrozó equipos, ?haciendo estallar o desinflarse al gran depósito esférico que vemos por los suelos en una de las fotos?. No parecen corresponder, asegura Segade, a un simple estallido de cristales los daños causados en el edificio más afectado, ?donde, por supuesto, no queda un cristal sano?.
Asegura Segade que, según sus fuentes, los daños causados por la explosión podrían superar el millón de euros, ?ya que las instalaciones de la EDAR han quedado seriamente dañadas, lo que corroboran las imágenes?. Además, advierte, ?la estación depuradora funciona a medio gas a consecuencia de la explosión, con la consiguiente pérdida de eficacia en la depuración, lo que provocaría una mayor concentración de elementos contaminantes en las aguas río abajo?. Eso es, a juicio de Segade, lo que justificaría la diaria presencia de técnicos del Confederación Hidrográfica del Tajo para vigilar los vertidos.
A la vista de las fotografías, apunta Segade a través de Béjar Información, ?está claro que, si cualquier persona se hubiera encontrado en el interior de las dependencias afectadas, podría haber resultado gravemente herida?. ?Que la suerte sea la principal razón de que nadie haya resultado herido, obliga a revisar en profundidad todos los protocolos de seguridad?, considera preocupado, además ?por el hermetismo que ha rodeado todo el asunto desde el principio?. ?Tratándose de una instalación pública no es de recibo que estos hechos se oculten a los ciudadanos, que la hemos pagado con nuestros impuestos, además de ser clientes de la empresa concesionaria?, añade.
De no dar explicaciones, señala Segade, ?habrá que suponer que lo que sólo son conjeturas, podrían ser hechos ciertos como, por ejemplo, que se quiere ocultar la responsabilidad de alguien en concreto, que puede haber irregularidades en la contratación del personal de la EDAR, o en la renovación de la concesión del servicio, hecho que se ha producido muy recientemente, según parece, porque en esto tampoco brilla la transparencia?.