La Plataforma en Defensa de El Bosque de Béjar ha elevado el tono para pedir el arreglo de la entrada de poniente a este monumento natural, por la puerta de la Plaza de la Justa. Eso exigiría la recuperación de la alameda que recibe al visitante, y que se documenta en los primeros años de la etapa ducal de Francisco II, en una provisión de 1567-1568 sobre la conservación del arbolado en la que se imponen duras penas a quienes osaran talar o terciar los álamos recién plantados. Ese mismo régimen punitivo fue trasladado diez años después a las Ordenanzas locales de buen gobierno, sancionadas por el duque en octubre de 1577.

A juicio de la Plataforma, esa alameda es equiparable a la Toscana y otras regiones de la Península Itálica, como el temprano ejemplo de viottola en la Villa Lo Specchio de Quaracchi (ca. 1453) o el viottolone de Villa dell? Olmo en Castello (desde 1538), propiedad de Cosimo de Medici y Leonor de Toledo ?pariente de los Zúñiga?, entre otros.

Recuperar la alameda, puntualizan, requiere mantener y mejorar su arbolado (hoy constituido principalmente por chopos), regenerar el histórico empedrado y sustituir la alambrada ?roñosa? por un vallado cinegético acorde con las características ambientales del lugar. Desde la Plataforma para la Defensa de El Bosque se insiste en que el verdadero acceso a esta villa de recreo no es otro que el que el de su alameda axial, a diferencia del actual acceso Norte o de servicio. Como dueños de El Bosque, los ciudadanos, asegura la Plataforma, ?tenemos derecho a colarnos en el paraíso por la puerta principal?. 

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