Los vecinos de Tamames vivieron un año más la jornada de matanza tradicional aderezada en esta ocasión por la música y los bailes tradicionales interpretados por Ángel Rufino de Haro, El Mariquelo, y su grupo.
Durante el ritual del sacrificio del cerdo, los acordes no dejaron de sonar ante la admiración de los vecinos que desafiaron al tiempo cambiante para presenciar la matanza, a la que siguió la tradicional degustación de productos del cerdo.
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