Mientras muchas piscinas municipales se ponen a punto para su apertura, coincidiendo con la llegada del calor, los que prefieren los ríos o embalses para refrescarse en zonas autorizadas por la Junta deberán cambiar de provincia para darse un chapuzón.
Un verano más, y van cinco, Salamanca se queda sin zonas de baño autorizadas, repitiendo como la única provincia de la Comunidad sin zonas permitidas. Hasta el año 2016, el Tormes, en la localidad de Puente del Congosto, era uno de los lugares de baño más populares entre los salmantinos. Desde entonces, los ayuntamientos salmantinos no han realizado solicitudes para conseguir la pertinente autorización.
Con una temporada oficial de baño entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, el último censo oficial realizado por la Consejería de Sanidad incluye hasta 35 zonas permitidas para refrescarse en gargantas, ríos, arroyos, embalses o lagos repartidas por ocho provincias, con tres capitales -Valladolid, León y Soria- que disponen en sus términos de zonas permitidas para darse un chapuzón.
León vuelve a liderar este ranking con 12 zonas de ríos y lagos donde este verano sí se permite el baño, seguida de la provincia de Zamora, con nueve; cuatro en Soria, tres en Ávila - se mantienen como lugares permitidos la garganta de Los Caballeros en Navalonguilla, el río Tormes a su paso por La Horcajada y el arroyo Cimorro, en Navalacruz-, tres en Valladolid, dos en Palencia y una en Burgos.
Las más próximas para los salmantinos se encuentran en el Duero, a su paso por Zamora; en el Pisuerga en Valladolid, en el embalse de Ricobayo en la localidad zamorana de Muelas del Pan o el Tormes en La Horcajada, en Ávila.
A falta de zonas de baño autorizadas, la provincia ofrece alternativas en forma de pozas o piscinas naturales en localidades como Huerta, con las tres playas del río Tormes; pozas en Valero, en Villanueva del Conde, San Martín del Castañar, Sotoserrano, Santibáñez de la Sierra o en Agallas.
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