Por segundo año consecutivo, las fiestas de los pueblos no son lo que eran hasta 2019. No solo por las medidas de seguridad que se aplican a todos los actos y actividades, también porque de las calles han desaparecido los grupos de peñas que animaban y daban color día y noche.
La Junta de Castilla y León mantiene hasta el 30 de agosto cerradas las peñas por tratarse de posibles focos de contagio el COVID.
Con esta medida de la Junta, son muchos los peñistas que este año tampoco lucirán las camisetas identificativas, o sí.
De Guijuelo a Peñaranda, de Vitigudino a Villarino, grupos de todas las edades reunidos en peñas eran parte fundamental de la fiesta. Lo siguen siendo, pero sin las reuniones en los locales donde los diferentes grupos se reunían para charlar y beber.
Así será en 2021, por lo que no queda otra que tomarlo con resignación y confiar en que en el verano de 2022 la normalidad se recupere totalmente.
Es el caso de los integrantes de una veterana peña de Peñaranda de Bracamonte, Yu-yu, que supera ya los 40 años de antigüedad y cuenta con casi una treintena de integrantes en una localidad que cuenta con más de 110 peñas inscritas en el Ayuntamiento.
“No vamos a hacer nada”. Así de rotundo se manifiesta José Antonio Rodríguez, que reconoce que se echa de menos la peña, aunque todos los peñistas se encuentran en contacto y durante los días de fiesta coinciden en las actividades festivas con la camiseta identificativa del grupo. “Este año no abriremos el local, esperemos que el año que viene se recupere la normalidad”, manifiesta el integrante de la peña Yu-yu.
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