El principal objetivo desde el inicio de la pandemia del coronavirus ha sido proteger a los mayores de la residencia de Pereña. De ahí que desde el Ayuntamiento, que preside Luis Rodríguez, se recomendara a los jóvenes especialmente máxima precaución y seguimiento escrupuloso de las medidas de seguridad para evitar contagios.
Sin embargo, el temor a la llegada del covid-19 a Pereña durante el verano, con un mayor incremento de visitantes, se ha hecho realidad. Así lo ha comunicado este miércoles el Ayuntamiento, explicando que el covid-19 "está entre nosotros. Lo ha estado siempre, lo ha estado desde marzo cuando nuestro pueblo se paralizó, como se paralizó el resto del paísen un intento colectivo de poner freno a su propagación. Ylo conseguimos con el esfuerzo de todos. Y ahora, posiblemente, como consecuencia de que todos hemos relajado nuestra actitud estamos casi tan mal o incluso peor que hace cuatro meses, porque hace cuatro meses en el pueblo estábamos 240 vecinos y ahora estamos el doble o el triple, con lo que las posibilidades de propagación son también el doble o el triple".
Desde el Ayuntamiento, para acabar con rumores y especulaciones, han explicado que hay un caso confirmado por PCRen Pereña -una persona vinculada con la residencia, no de un residente- y cuatro PCR más a la espera del resultado.
"Nuestra actitud individual ante esta situación no debe serni de miedo, ni de recelo, ni de rechazo sino de prudencia y responsabilidad ya que de cada uno de nosotros depende que paremos la difusión del virus. Ahora mismo en Pereña nos encontramos vecinos de toda la geografía, razón de más para extremar nosotros mismos y exigir a nuestros hijos, hermanos, familiares o amigos el estricto cumplimiento de las medidas acordadas y dictadas por las autoridades sanitarias".
Asimismo, recuerda que está prohibida la apertura de peñas y de locales "que puedan utilizarse como tales, en los que toda la responsabilidad recaerá en el propietario del local. Por nosotros, por nuestros familiares, por nuestros amigos, pero sobre todo por nuestros mayores, especialmente los que están en la residenciaya que ellos están encerrados para que nosotros podamos circular y andar sin limitación".
Para el Consistorio, "es toda una paradoja, pero nuestros mayores tienen limitada su libertad sin suponer peligro alguno y nosotros que sí suponemos un peligro para ellos podemos movernos, juntarnos, cenar en grupo, ir de bares...Y podemos hacerlo pero con sensatez, prudencia y responsabilidad".