Vitigudino-Arribes-Abadengo

De PUENTE a Puente: piden al ministro de Transportes la construcción del viaducto internacional Masueco-Ventozelo

La asociación, con nombre homónimo al apellido del ministro, solicita esta infraestructura como “medida urgente para frenar la despoblación”

Proyecto Puente Masueco-Ventozelo

La Plataforma de Unión Entre Territorios (PUENTE), asociación constituida en el año 2000 con sede en Masueco, lucha desde entonces por la construcción de un paso fronterizo en el corazón de Las Arribes del Duero, una de las zonas más deprimidas y marginadas de España, entre los municipios de Masueco (España) y Ventozelo (Portugal). En esta zona de la comarca de Vitigudino, se extienden 50 km. a lo largo de la frontera con Portugal, en los que no existe paso fronterizo alguno; quedando supeditada la comunicación a través de presas hidroeléctricas españolas o portuguesas, cuyo paso está restringido a vehículos de más de 16 Tm.

Esta infraestructura lograría establecer una comunicación directa entre el Noroeste de la provincia de Salamanca con el Nordeste Trasmontano de Portugal y la IP-4 Bragança–Oporto a través de la vía rápida portuguesa IC-5, que discurre paralela a la frontera.

Con esta reivindicación, que ya es histórica, no solamente se conseguirían unir dos márgenes del Duero Internacional (las comarcas de Vitigudino y Mogadouro), sino que ayudaría a fijar y crear población, como proyecto de desarrollo para esta comarca que agoniza en la España vaciada.

Por todo ello, la Plataforma PUENTE ha remitido un comunicado al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Óscar Puente, para que la propuesta de construcción de esta infraestructura sea incluida en la próxima Cumbre Hispano-Lusa.

Comentarios
El lute Hace 2 meses (28/02/2024 18:58)
Yo soy de esta zona y es lamentable a la gente dales comilonas y fiesta y se olvidan de todo no se mueven por nada no como cuando el cementerio nuclear
Aficionado Hace 2 meses (28/02/2024 11:59)
Pepe no te preocupes, que a pesar que fue una promesa de Zapatero, no hay nada que hacer. La palabra no vale para nada, pero lo escrito tampoco.
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