Jesús Calleja ha volado este lunes sobre el parque natural de las Batuecas-Peña de Francia de la mano de su popular programa ‘Volando Voy’ emitido por la cadena Cuatro.
Una de las mayores joyas de la provincia salmantina, declarada reserva de la Biosfera por la UNESCO, ha deslumbrado a los espectadores que han sintonizado el canal desde las 22:50 horas.
Para la ocasión, todos los vecinos del pueblo han llenado de color y bullicio las calles, que una vez vistas desde arriba se han podido disfrutar al detalle con la intervención del presentador, quien se ha mezclado con los ciudadanos para conocer las costumbres, historias y lugares más emblemáticos de los municipios salmantinos.
Entre los lugares que ha incluido Calleja en su recorrido ha estado la típica plaza del pueblo, la peluquería, donde se ha atrevido a cortar el pelo a una clienta y el Ayuntamiento, donde se ha reunido con Sali, antigua trabajadora en bolsa que cambió las finanzas por las flores. Junto con Cristina, una florista salmantina, Adrián y David, expertos también en flores, han escogido tres balcones para decorarlos dividiendo al pueblo en tres equipos para competir por el más bonito, con el objetivo de atraer turismo a los municipios que rodean La Alberca.
La Sierra se ha llenado de 'glamour', donde los vecinos han logrado vestir los balcones del balcón del bar, del Ayuntamiento y del reloj repartidos en el equipo verde, liderado por Cristina; el equipo azul, encabezado por Adrián y el equipo naranja, cuyo líder ha sido David.
Floristas y lugareños se han aliado aprendiendo unos de otros empleando laurel, planta de siempreviva, y en general elementos naturales y nacionales con los que han adornado los diferentes balcones.
También ha visitado al aguacil 'Chuchi' y su habitual espacio, que comparte con su pareja María. Ambos han contado su historia de vida y de amor al presentador, quienes han confesado haber ligado con otras personas y han pensado en hacer un trío.
En torno a los años 90, una "oleada hippie" llegó a Sotoserrano y María y 'Chuchi' se enamoraron, asentándose en el pueblo y ejerciendo el oficio de mantenimiento.
La emisión se ha vertebrado en el concurso de decoración, proceso que han podido disfrutar los telespectadores viendo como los equipos hilaban, pintaban vasijas o hacían recortables, dejando su esencia en los tres espacios que atraerán a cientos de turistas cumpliendo con el reto de Calleja.
En un tiempo de tres horas, los equipos se han apresurado por decorar los balcones elegidos con elementos naturalistas, para después elegir a los ganadores de la edición mediante votación popular, que ha estado pasada por agua.
Posteriormente, Calleja ha hecho recuento de los 140 votos proclamando como ganadores al equipo azul de Sotoserrano.
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