La segunda jornada del juicio en la Audiencia Provincial contra Roldán Armando Oyela Licona, acusado de la muerte de Yolanda Jiménez en abril de 2016 en una vivienda del paseo de la Estación, ha contado con un testimonio que puede ser esclarecedor.
La que fuera pareja del acusado entre febrero de 2014 y octubre de 2015, con la que tiene una hija en común, ha testificado que desde entonces la veía cada fin de semana, salvo el del suceso, cuando tuvo el móvil apagado todo el día y no vio a su hija. De hecho, asegura que desde el miércoles anterior no le pudo localizar al dar señal de apagado o fuera de cobertura el teléfono.
En su declaración, la última testifical de este martes, afirmó que conoció al acusado en febrero de 2014, cuando se encontraba en el centro Padre Damián. Desde entonces guardó una relación de pareja con él hasta que en abril de ese año se fueron a vivir juntos. Su relación, de hecho, se extendió hasta octubre de 2015, año en el que nació la hija que tienen en común, y que después se rompió la pareja.
En los encuentros que tenían todos los fines de semana "hasta el 10 de abril", como comentó, una semana antes del fatal crimen, iba a Salamanca desde la urbanización de El Encinar a que viera a su hijo y en esos momentos hablaban de ciertas cosas. En estas conversaciones, le habría dicho que estaba viviendo con la luego asesinada en una relación "problemática"
Además, sobre la posibilidad existente de que el día de la detención, el lunes después del suceso, fuera a ver a su hija, y por eso se encontraba en El Encinar, como alegó en el primer día el acusado, la expareja dijo que no tenía constancia de ello y que no avisó sobre este hecho.