Un año después de un crimen pasional en una calle de Salamanca en el que víctima y agresor yacen bajo tierra

Este viernes se cumple un año de la muerte a tiros en plena calle de ‘El Chispi’, un joven de 27 años que caminaba con su hija en brazos por el barrio de El Tormes cuando fue asesinado a sangre fría

Foto: S24H
Foto: S24H

Era miércoles 29 de enero de 2020, un día de invierno, pero sin demasiado frío y sol, tranquilo y pocas noticias destacables a lo largo de la mañana de una época en la que la pandemia parecía un cuento chino. Sin embargo, cerca de las 14:00 horas de una jornada que iba a pasar sin pena ni gloria en Salamanca, un joven de 27 años era asesinado a sangre fría en plena calle cuando paseaba por el barrio de El Tormes con su hija en brazos. Su cuerpo ensangrentado se apagaba lentamente ante la atónita mirada y gritos de varios vecinos, en el momento que una agente de la Policía llegaba al lugar para comprobar que el hombre estaba a punto de morir, junto a varias personas que pedían a gritos una ambulancia. Los días posteriores se convirtieron en un polvorín informativo y la tensión se apoderó entre dos familias salmantinas.

Juan Antonio L. J., ‘El Chispi’, era un joven de Salamanca que había tenido algunos problemas previos con otro que se hacía llamar ‘El Pepón’ (Sinforiano M.V.) . Este último era muy conocido en San José por continuos altercados y actos violentos, como un tiroteo que protagonizó junto a su cuñado en pleno barrio contra el suegro de este último.  Dos hombres que hace algún tiempo habían sido amigos, como contaban conocidos de ambos a este medio, pero que un lío de faldas, entre otros asuntos, les convirtieron en enemigos.

De hecho, la muerte de ‘El Chispi’ no fue el primer tiroteo en el que se vieron involucrados ambos. Varios meses antes ya había sido víctima de disparos siendo herido en una pierna. Sin embargo, ese 29 de enero de 2020, ‘El Pepón’ en complot con su padre, ‘El Vinas’, y con un hasta aquel momento amigo suyo, ‘El Rafi’, planearon la muerte de Juan Antonio a sangre fría.

Aún se desconoce quién fue exactamente el que disparó a Juan Antonio o cuántas personas finalmente abordaron por la espalda a este joven cuando paseaba con su hija en brazos, puesto que la subdelegada del Gobierno confirmaba al día siguiente que al menos habían sido dos hombres. Lo cierto es que posteriormente fueron detenidas varias personas más, todas involucradas en los hechos.

Lo que se conoce hasta el momento es que ‘El Pepón’ era uno de los que le abordó a sangre fría gritándole “Te avisé maricona que te lo iba a hacer” y después ‘El Chispi’ recibió múltiples disparos de bala que le impactaron en el glúteo, la espalda y la cabeza; provocando su muerte a los pocos minutos y un cuerpo boca abajo que yacía sobre la acera a la altura del número 10 de la calle Maestro Soler. Su hija era trasladada de urgencia al Hospital de Salamanca, aunque sin heridas de gravedad.

¿Quién es quién? en el asesinato de 'El Chispi'
¿Quién es quién? en el asesinato de 'El Chispi'

Un impresionante dispositivo policial y amenazas a gritos entre lágrimas

Rápidamente la Policía Nacional de Salamanca puso sobre la zona un espectacular dispositivo policial para dar con los autores de los hechos y procedieron a registrar diferentes edificios. Pocos minutos después, a las 15:10 horas, llegó el furgón forense y quince minutos después se procedió al levantamiento del cadáver entre los gritos al aire de los familiares que amenazaban con un “os vamos a matar” y “vaya cojones han tenido de matar a un crío”.

La tensión en Salamanca se trasladó al tanatorio San Carlos un día después, con un dispositivo policial especial para garantizar la seguridad de los familiares de ‘El Chispi’, que asustados alertaban de amenazas de la otra familia a través del teléfono móvil.

Hasta el lugar, para despedir a su hijo, también llegaban ‘La Titi’ y ‘El Miliki’. Ambos estaban en la prisión en la cárcel de Mansilla de las Mulas (León) como principales sospechosos de la muerte a puñaladas, y posterior incendio de su vivienda, de una mujer conocida como ‘La Amparo’. Hecho que, precisamente, a finales del 2020 reconocía haber cometido la mujer junto a ‘El Goyo’, defendiendo en la Audiencia Provincial la inocencia de su marido.

Dos semanas después, y tras un minucioso trabajo de la Policía Nacional bajo un absoluto secreto, los dos principales sospechosos de la muerte de Juan Antonio fueron localizados en una casa rural en Tudela del Duero (Valladolid). Fueron arrestados, puestos a disposición judicial e inmediatamente después se decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza para ambos en la cárcel de Villanubla, descartando la cárcel de Topas para evitar posibles enfrentamientos con otros presos.

Las sospechas sobre más implicados en el asesinato estuvieron presentes desde el primer momento y el 6 de marzo se confirmó el arresto de otros dos implicados por los hechos. El nombre de Cristóbal M.V., alias el ‘El Vinas’ y padre de ‘El Pepón’, saltaba a la palestra y se relacionaba fuertemente como el autor de los hechos, corriendo la misma suerte carcelaria al ser enviado directamente a la cárcel de Villanubla.

Junto a él fue arrestada su pareja sentimental en cuyo trastero hacía vida ‘El Vinas’. En este lugar fue encontrado, por parte de la Policía Nacional, un importante arsenal de armas de fuego de diversa índole y calibre, así como munición.

De ser uña y carne, a intentar matar a Rafael con unas tijeras en la cárcel por no querer cargar con la culpa de la muerte de ‘El Chispi’

Poco tardó ‘El Vinas’ en convertir en un polvorín la relación que mantenían “como uña y carne”, según el propio Cristóbal en el juicio posterior, ‘El Pepón’ y ‘El Rafi’. Si a los pocos días de ser arrestado fue enviado a la misma prisión donde estaba su hijo, una vez dentro tardó poco en presionar a Rafael a base de amenazas para que cargara con toda la culpa del asesinato.

El 20 de marzo, y ante la negativa de ‘El Rafi’ de cargar con la culpa, ‘El Pepón’ y su padre le clavaron unas tijeras en el cuello cuando los tres formaban parte de un taller de manualidades.  Sin embargo, ‘El Vinas’ aseguró no ser el autor porque “estaba pintando un caballo con alas y solo tenía en la mano un lápiz”.

‘El Pepón’ se quitó la vida en la cárcel y pocos días después fue detenida su expareja

Si un lío de faldas fue uno de los motivos por los que ‘El Pepón’ decidió quitarle la vida a ‘El Chispi’, otro hecho similar parece ser que le llevó a que él mismo se suicidara.

Sucedió el 5 de septiembre en la cárcel de Dueñas, lugar al que habían sido trasladados padre e hijo, después de intentar acabar con Rafael. Sinforiano se ahorcó en su propia celda con una sábana y según cuentan personas cercanas, lo hizo después de conocer que su ex pareja, ‘La Samira’, estaba saliendo con otro conocido delincuente de la ciudad.

Precisamente, esta última fue detenida varios días después (El 9 de septiembre) al registrar la Policía Nacional los dispositivos móviles de los arrestados y localizar pruebas que vinculaban a E.L.G.M.

Se convertía así ‘La Samira’ en la quinta persona arrestada en relación con la muerte a tiros de ‘El Chispi’, un joven de 27 años que un 29 de enero de 2020 paseaba tranquilamente con su hija en brazos por la zona conocida como El Matadero. Maquiavélica coincidencia nominativa para el lugar donde un asesino que ya está muerto, decidía darle muerte.

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