Una mujer, J. R. B., y un hombre, y A. J. V. E., se sentaránen el banquillo de acusados del Juzgado de lo Penal número dos de Salamanca estejueves, 27 de junio, por un presunto delito contra la propiedad industrial. Se lesatribuye la falsificación de diferentes artículos de marcas de reconomientointernacional.
La pareja presuntamente actuaba desde la localidad salmantina de Béjar,donde tenían su taller clandestino. Precisamente desde allí, llevaban a cabo laelaboración de los diferentes productos, entre los que se incluyen artículos devestir, calzado o bolsos.
Después de la confección de las réplicas ilegales, incorporabanimitaciones de logos y anagramas que ellos mismos realizaban de marcas comoAdidas, Reebok, Nike, All Star, Lous Vuitton, Dolce & Gabanna, Michael Koors,Chanel, New Balance, Fox o Gucci; entre otras. Acto seguido, procedían a suventa a través de aplicaciones de compra-venta de artículos y a través de redessociales.
Se pide para ambos, prisión de dos años y seis meses, y unamulta de veinte meses con cuota diaria de 8 euros más costas. Sin embargo, comoha podido saber SALAMANCA24HORAS por fuentes cercanos al caso, se espera unposible acuerdo donde los dos acusados tengan que cumplir un año de prisión.
Antecedentes
La Policía Nacional tuvo conocimiento de que ofrecían las prendas a través de Facebook y realizaban la compraventa para toda España a través de un grupo cerrado. En su casa los agentes encontraron 217 pares de zapatillas, 287 prendas, 31 bolsos de señora y la maquinaria para realizar la falsificación
Según informó en su día la Comisaría de Salamanca, se tuvo conocimiento de que utilizaban sus perfiles en la red social Facebook para ofertar prendas a un precio muy inferior al de mercado, llegando a alcanzar más de 18.000 seguidores en toda España. Las compras las realizaban a través de un grupo cerrado, al que sólo se podía acceder previo consentimiento de los investigados, donde contaban con un extenso catálogo del material ofertado.
Una vez formalizada la venta de los artículos, se distribuían por toda España a través de una empresa de paquetería, quienes realizaban las entregas previo pago de la mercancía contra-reembolso o a través de ingresos en cuenta bancaria.
La investigación policial también tuvo conocimiento de que utilizaban su vivienda como punto de almacenaje y distribución, donde además contaban con toda la maquinaria y útiles necesarios para realizar las falsificaciones, tales como prensas, editores y cortadoras de anagramas, ordenadores e impresoras, etcétera. Motivo por el que provistos de los correspondientes mandamientos judiciales, los agentes procedieron a realizar un minucioso registro, dando como resultado la incautación de toda la maquinaria utilizada, así como de 217 pares de zapatillas presuntamente falsificadas, 287 prendas deportivas y 31 bolsos de señora.