Un conductor de 35 años de edad fue 'cazado' el pasado junio de 2017 a 228 kilómetros por hora en la A-62 por la Guardia Civil, a la altura de Carpio de Azaba, motivo por el que fue denunciado, hecho que el Juzgado de lo Penal de Salamanca ratificó en una vista en la que este conductor, A.E.F.M., incidió en su inocencia.
Así, en concreto, un radar localizó a un Volkswagen a 228 kilómetros por hora en el kilómetro 338 de la citada carretera, aunque no sería hasta una hora más tarde y 40 kilómetros, en el 298, a la altura de Martín de Yeltes, cuando la Guardia Civil le dio el alto.
Ante esto, el susodicho ha recurrido la sentencia, en la que fue penado con una multa superior a 1.500 euros y la privación del permiso de conducir, ante la Audiencia Provincial, que ahora le ha dado la razón al no poder probar quién era el conductor.
De hecho, el denunciado ha mantenido siempre que en el momento de la comisión del delito él no era el conductor ya que hubo un cambio entre la fotografía y el alto entre los varios que se encontraban en el coche, algo que le ha valido a la Audiencia para no poder mantener la sanción a este conductor.