​¿Apuñalamiento o ataque de celos?: Muchas dudas en el juicio por la presunta agresión con un cuchillo a una mujer en la calle Arapiles

La presunta víctima ha sembrado la indecisión a la hora de testificar dando varias versiones de los hechos. Por su parte, la acusación particular se centra en las palabras de los médicos que la atendieron: “Esa herida es raro que se la haya podido hacer ella misma”

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La resolución de esa duda llevará trabajo para la juez del Juzgado de lo Penal número uno de Salamanca, y no porque el resto de veces no tenga que dirimir en situaciones igual de complicadas, sino porque precisamente la principal prueba del juicio, que era la versión de la presunta víctima, ha dejado muchas dudas. Cosas cuestionables que también ha querido expresar el representante del Ministerio Fiscal quien en sus conclusiones finales ha asegurado que sí es cierto que hay una versión corroborada por el informe del médico forense de las heridas de la víctima, pero hay otras situaciones que dejan indecisión a la hora de valorar una sentencia condenatoria: “Hay varias dudas en la versión de los hechos, además la víctima ha dejado ver que se ha intentado suicidar dos veces, por lo que se debe valorar si en realidad se trata de una agresión o de una autolesión, motivada por un ataque de celos de la mujer”.

Los hechos, publicados en su día por ese medio, se remontan al 7 enero de 2019, cuando presuntamente el acusado apuñaló a la mujer, hechos denunciados por ella, después de una discusión mientras ella le decía “mátame”. Sin embargo, después de la vista oral celebrada en la mañana de este lunes 13 de enero han quedado muchas dudas que tendrá que resolver la juez en la sentencia resolutoria.

El acusado, de iniciales R.T.D. y que se enfrenta a una petición de tres años de prisión, ha asegurado durante el juicio que en ningún momento apuñaló a la mujer y que fue él quien llamó al 112 e intentó ayudarla poniéndole un trapo sobre la herida. “Yo no tenía relación de pareja con esta mujer, solo nos acostábamos; de hecho, estaba en trámites para casarme con mi actual mujer”, ha afirmado R.T.D. añadiendo que la presunta víctima le dijo “O te acuestas conmigo o me mato”.

Según la versión del acusado, él acudió a la casa de esta mujer para instalarle un televisor y que cuando acabó “Ella me dijo: no te vas a ir de aquí sin acostarte conmigo. Como yo me negué, ella amenazó con quitarse la vida”. El presunto autor de los hechos ha continuado diciendo que se marchó de la vivienda en ese momento, pero que “ella me llamó y volví. Allí sacó un cuchillo sin estrenar de un cajón del salón y se hizo la herida. En ese momento fui a por un papel a la cocina y llamé al 112”. Un cuchillo del que, como se ha informado en el juicio, no se extrajo ninguna huella dactilar del presunto agresor, quién, además, acompañó –después de estar en el hospital con la presunta víctima- hasta la vivienda a los agentes de la Policía Nacional.

“O es mío o de nadie. Le van a meter en la cárcel cinco años”

Por su parte, la presunta víctima, quién ha testificado en otras tres ocasiones por los mismos hechos dando versiones diferentes, ha asegurado que R.T.D. le agarró del pelo por detrás y le clavó el cuchillo en el vientre. Una descripción minuciosa de la acción que ha sido contraria -por lo de minuciosa- a la explicación de los momentos previos y posteriores del presunto apuñalamiento.

Primero la presunta víctima ha asegurado que el cuchillo lo cogió ella y le dijo: “Mátame ahora mismo” y se lo entregó. Sin embargo, a preguntas de la defensa ha admitido que el cuchillo lo cogió directamente el agresor. Por otro lado, en una primera declaración ha asegurado que se trataba del cuchillo de cortar el pan que ella cogió de la cocina, pero después ha afirmado que lo sacó de un cajón del salón, donde lo tenía guardado dentro de un blíster.

La mujer, que fue intervenida quirúrgicamente, ha prestado declaración hasta tres veces antes de la vista oral de este lunes. Dos en el hospital y una tercera en el Juzgado de Instrucción. “Las dos primeras veces me inventé la situación porque tenía miedo y tampoco entendía muy bien el idioma, también él fue quien me pidió que le dijera a la Policía que había sido un accidente”, refiriéndose a las dos primeras declaraciones prestadas antes agentes de la Policía Nacional.

Por otro lado, ha negado haberse intentado suicidar hasta en dos ocasiones antes de los hechos denunciados, algo que ha asegurado el acusado quien en una de esas ocasiones le tuvo que socorrer. “Me tomé más pastillas de la cuenta, pero por accidente. Son para dormir y ellos me verían dormida y se asustaron”, asegura la víctima al ser preguntada por esos presuntos intentos de suicidio.

También ha respondido negativamente ante las acusaciones de amenazas ratificadas por diferentes testigos propuestos por la defensa de R.T.D. Precisamente la ex mujer de este, con quien tiene dos niñas y estuvieron 20 años casados, la mujer actual y una amiga; han asegurado que la acusada les amenazó por teléfono: “o te separas de él o voy a hacer que lo metan cinco años en la cárcel porque la familia de mi marido trabaja toda en el Estado. Es para mí y para nadie más”.

“Lo que es una pena es que la ley esté como está y nuestro país pueda vivir está situación de posibles denuncias falsas”

Con todas las pruebas testificales presentadas ha sido el turno para las conclusiones finales de las partes: Ministerio Fiscal, acusación particular y defensa del acusado. El representante del Ministerio Fiscal ha admitido que las declaraciones de la presunta víctima ha generado significativas dudas y aunque es cierto que el informe del médico forense es una versión corroborada, no queda claro si las heridas han sido producidas por otra persona o se trata de una auto lesión, “por ello, hay dudas como los intentos previos de suicidio, la motivación por celos, o las diferentes versiones aportadas que deberán ponderarse por parte del juez”.

La acusación particular se ha centrado en el informe forense y la declaración de los médicos que la atendieron quienes, según esta parte, “aseguraron que esa herida que presentaba la mujer, muy difícilmente podía haber sido provocada por ella misma”.

Por último, la defensa del acusado ha pedido la libre absolución de su defendido por la falta de pruebas y ha valorado que “lo que es una pena es que la ley esté como está y nuestro país pueda vivir está situación de posibles denuncias falsas, porque en cualquier otro proceso similar, sin tener pruebas, como ha sucedido en este juicio, mi cliente sería inmediatamente inocente. Pero como estamos ante un caso de posible violencia de género, sin pruebas, se está cuestionando ya la presunción de inocencia de mi cliente”, ha concluido.

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