La Audiencia Provincial de Salamanca juzga a un joven acusado de agredir y herir con un vaso a un menor de 17 años durante una Nochevieja

Durante la vista, la víctima se ha acercado al tribunal para que sus miembros observaran de cerca la cicatriz resultante de la agresión. Por otro lado, tanto la defensa como la Fiscalía han renunciado a la declaración de los agentes de la Policía Nacional, al considerar suficiente la prueba testifical y documental ya practicada

La Audiencia Provincial de Salamanca juzga a un joven acusado de agredir y herir con un vaso a un menor de 17 años durante una Nochevieja
La Audiencia Provincial de Salamanca juzga a un joven acusado de agredir y herir con un vaso a un menor de 17 años durante una Nochevieja

Con varios minutos de retraso, a las 9:39 horas, la Audiencia Provincial de Salamanca ha acogido este lunes el juicio contra un hombre acusado de incurrir un delito de lesiones al haber agredido con un vaso a otro joven durante una pelea ocurrida la madrugada del 1 de enero de 2024 en un bar ubicado en la calle Pinzones, en Salamanca capital.

Los hechos juzgados

Según el relato brindado por el acusado ante el tribunal, la pelea se originó el 1 de enero, aún en el marco de celebración de la Nochevieja, tras una discusión entre su hermano y la víctima, cuyas iniciales corresponden a S.C.. Ambos, ha reconocido, habían estado bebiendo durante toda la noche.

El acusado ha explicado que intervino en la reyerta al ver a su hermano en el suelo y que, al intentar separarlos, cogió un vaso de una mesa y lo empleó para agredir a la víctima, golpeándole en la frente.

Asimismo, ha admitido la autoría de la agresión aunque ha referido que actuó en defensa de su hermano.

La declaración de la víctima

La víctima, que ha afirmado que conocía al acusado “de vista”, ha declarado que no habían tenido problemas previos.

Ante las preguntas formuladas por el Ministerio Fiscal, ha asegurado que el conflicto comenzó cuando el hermano del acusado le empujó y él respondió con un golpe.

A partir de ahí, ha narrado, se desató una pelea que terminó fuera del local.

Eso sí, ha indicado a la sala no recordar “si el golpe recibido fue con una botella o con un vaso”, y que sufrió una herida en la frente que requirió puntos de sutura.

El joven, que en el momento de los hechos contaba con 17 años, ha insistido en que el acusado fue quien le agredió, pero ha alegado que para apartarlo pudo haberlo hecho “con un puñetazo” sin necesidad de usar un objeto contundente.

Declaraciones de los testigos

El encargado del bar, que conocía a ambos jóvenes, ha corroborado el inicio de la pelea. En fase de instrucción declaró que no vio que el vaso se rompiera contra la cara de la víctima, señalando que una agresión de ese tipo habría dejado una herida más profunda y no superficial.

Por su parte, el hermano del acusado ha relatado que fue agredido por varios de los acompañantes de la víctima y que su hermano intervino para defenderle, sin que él mismo llegara a denunciar las lesiones sufridas.

La madre de la víctima, que se encontraba en el bar cuando los hechos juzgados ocurrieron, ha sostenido que el conflicto se inició tras un empujón del hermano del acusado a su hijo y que este llegó , incluso, a sacar una navaja. No vio directamente la agresión con el vaso, aunque sí observó los fragmentos de vidrio en el suelo tras la pelea.

Las conclusiones de las partes

El Ministerio Fiscal acusa al procesado de un delito de lesiones con deformidad, al haber utilizado un objeto peligroso y causar una afectación estética visible en el rostro de la víctima. Considera que no concurren atenuantes de embriaguez ni confesión, al no haberse acreditado una alteración real de las capacidades del acusado y por haberse demorado el recibo de los hechos.

Solicita la apreciación de deformidad, al tratarse de una lesión facial visible que supone un perjuicio estético valorado en 7 puntos.

Por su parte, la defensa reconoce la autoría de las lesiones, pero niega la existencia de deformidad. Argumenta que el acusado carece de antecedentes, y que ha confesado los hechos tanto en instrucción como en sala.

Solicitan, por tanto, la pena mínima de dos años de prisión al entender que confluyen atenuantes tanto de embriaguez como de confesión.

La víctima muestra su cicatriz al tribunal

Durante la vista, la víctima se ha acercado al tribunal para que sus miembros observaran de cerca la cicatriz resultante de la agresión.

Por otro lado, tanto la defensa como la Fiscalía han renunciado a la declaración de los agentes de la Policía Nacional, al considerar suficiente la prueba testifical y documental ya practicada.

Concluidas las intervenciones de las partes, el tribunal ha declarado la causa vista para sentencia.

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