Importante susto el que vivían los empleados de la oficina de Caja Rural ubicada en la Puerta de la Feria. Según confirmaba a este diario digital el concejal de Seguridad Ciudadana Antidio Fagúndez, a las 9.40 de la mañana un hombre de mediana edad entraba en la sucursal portando un cuchillo de grandes dimensiones. Una vez dentro amenazaba a uno de los trabajadores, que se encuentra en periodo de prácticas.
El asaltante, a cara descubierta, conseguía un botín que podría ascender a los 12.000 euros, según la versión policial (seis mil según fuentes de la entidad bancaria), y salía huyendo.
Los agentes de la Policía Nacional y Policía Local encontraban poco después al atracador, un delincuente habitual de la policía, salmantino de 39 años, C.S.P. De hecho, en el último mes ha tenido que declarar por tres faltas menores, como peleas en la vía pública o en un bloque de viviendas.
Además, según se conocía en los últimos minutos, el detenido habría estado ayer merodeando por la zona de la sucursal, pegando golpes en el escaparte, cerrado por ser fiesta, y amenazando con cometer el robo. Un robo que finalmente llevó a cabo. Afortunadamente, los agentes de la policía lo detenían en torno a la una de la tarde en una gran superficie de venta de artículos de deportes y recuperaban el dinero.
¿Qué compró en una tienda de deportes antes de ser detenido?
Después de hacerse con un botín que rondó los doce mil euros, el atracador se dirigió a una gran superficie que se dedica a la venta de material deportivo. Allí fue detenido por la Policía Nacional, después de que un Policía Local fuera de servicio diera el aviso. El atracador es un atleta veterano que participaba con asiduidad en pruebas deportivas de la ciudad.
Es un delincuente habitual, conocido perfectamente por los agentes de la policía. Con casi cuarenta años, C.S.P. había sido detenido tres veces en el último mes por pequeños altercados, y había quedado posteriormente en libertad. Con varias condenas a sus espaldas y varios meses en la cárcel, este salmantino era un habitual en pruebas deportivas de carácter popular que se realizan en la capital zamorana.
Ya había sido visto el día anterior merodeando la sucursal bancaria y pegando golpes al escaparate. Al día siguiente, este miércoles, perpetraba el golpe y se llevaba de la sucursal en torno a doce mil euros. Una cantidad que nada más salir tuvo claro en que emplear.
Su pasión por el deporte le llevó a una gran superficie dedicada a la venta de material deportivo ubicada en el Polígono de la Hiniesta. Allí hizo una compra que rondó los mil euros. Con doce mil euros en el bolsillo, lo primero que compró fue una bicicleta, un casco, un reloj GPS, una importante cantidad de ropa de running, una tienda de campaña y un saco de dormir. Esos fueron los principales elementos que llenaron su bolsa de la compra.
Hubiera logrado su objetivo de escapar si no fuera por un agente fuera de servicio que estaba en esta misma tienda realizando una compra y dio el aviso a la policía. Una vez allí, los agentes recuperaban el dinero, para entregárselo posteriormente al director de la oficina, y los objetos adquiridos, que fueron devueltos.
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