Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre de 31 años, con antecedentes, como presunto autor de delitos de usurpación de identidad y estafa.
Las investigaciones se iniciaron el pasado 4 de diciembre cuando la víctima denunció haber recibido una factura de una compañía de telefonía en la que le exigía el pago de 936 euros, cuando normalmente su gasto era de 55.
Así, se descubrió que este ascenso en la factura se debía a la contratación de tres líneas telefónicas, dos móviles y una fija, además de la adquisición de un terminal de telefonía móvil, algo que no había contratado, según se manifestó.
Tras esto se inició esta investigación que permitieron descubrir que, efectivamente, le habían robado los datos a través de una vivienda que tenía arrendada. En concreto, el detenido se trata de un vecino del mismo bloque en el que reside el arrendatario, en la calle General Castaños.